Inteligencia artificial, robótica, historia y algo más.

30/12/22

2022, un año de lecturas

Justo justo, pero llego a tiempo a incluir mi propia tradición instaurada en este blog de recopilar las lecturas de cada año. Este año he leído mucho, mucho. En total han sido 105 107 obras, cuya lista la tenéis un poco más abajo. Ha sido un año un tanto agitado de trabajo, y creo que volví extrañamente a esta avidez de la lectura tras un incidente hospitalario que tuve en verano.

No son ni los mejores ni los peores libros, son tan solo los que yo he leído. A continuación, también os dejo las reseñas de los 7 que más me han gustado. Del resto, podéis husmear mis opiniones y estrellas en mi perfil de Goodreads.


Momentos estelares de la humanidad (Stefan Zweig)

He leído un par de libros de Zweig, pero sin duda, este es el que más me ha gustado. Cada capítulo de
libro tiene la estructura de una gran historia, me ha recordado a episodios de podcast muy bien hechos, con sus personajes, antagonistas, detalles y transmisión del ambiente y sentimientos de los personajes. Por todo eso, el libro se lleva 5 estrellas. He aprendido bastante. Particularmente intensos los episodios de la primera mitad de la obra.

El libro originalmente no eran 14 episodios, sino que creo que empezó por 5 en las ediciones más antiguas.


La edad del desconsuelo (Jane Smiley)

Hacía tiempo que no me enganchaba una novela de esta manera. La obra cuenta la historia de Dave y Dana, un matrimonio de dentistas. Concretamente transmite ese momento en la vida de las personas en las que parece que ya hayan alcanzado todos esos objetivos vitales, esa lista de cosas de cómo soñaban las personas su vida, y se hayan encerrados en ellos mismos. Al mismo tiempo, se percibe la fragilidad de todo ese castillo, cómo ya no eres Dave, ni Dana, sino una combinación de ellos y de sus hijas, y de cómo aparentemente la vida se ha adentrado en una espiral de obstáculos y lucha a la que has llegado simplemente persiguiendo los más profundos anhelos.

A pesar de que el autor del libro no es autor, sino autora, escribe la novela en boca de Dave, y es precisamente una de las cosas más interesantes. La obra sitúa a Dave con 35 años, y me ha cogido exactamente con esa edad, y la novela me ha llegado muy hondo. Es cortita, muy rápida, y en cuanto la empiezas, no la puedes dejar. Es posible que a una persona de 28 años, todo esto no lo diga nada. Hay que vivirlo para saber a lo que se refiere 'la edad del desconsuelo'. Parece que sea ese punto de inflexión de que lo mejor que te iba a ocurrir en la vida, ya ocurrió.

Para llevar casado tanto tiempo, recuerdo bastante bien mis días de soltería. Era como ir en motocicleta por una carretera rural, comiéndome todos los baches, sudando la gota gorda para subir cada cuesta. El matrimonio es más como un semirremolque o, al menos, una camioneta con neumáticos anchos. Pasa por encima de todo lo que se ponga por delante, el peso y la importancia del futuro impulsan su veloz avance.

 

Contra apocalípticos (Jesús Zamora Bonilla)

 La sinopsis de esta obra es perfecta para describir el libro: "En el imaginario colectivo prevalece la idea de que nuestra civilización está condenada a desaparecer muy pronto. Las razones últimas de este inevitable colapso, según numerosos intelectuales, serían de carácter moral: los valores del humanismo, nos dicen, han convertido en verdad suprema los deseos y caprichos del ser humano, sacrificando el equilibrio del planeta en el altar del beneficio económico, y pisoteando los derechos del resto de los seres vivos".

"Contra apocalípticos ofrece un ramillete de argumentos destinados a desmontar las principales tesis de los más radicales agoreros, desde el ecologismo extremo hasta el «dataísmo» de Yuval Harari, pasando por las «posthumanidades críticas".

Jesus Zamora Bonilla, doctor en Filosofía y en Ciencias Económicas, presenta un ensayo con estas disciplinas como marco. Sí, es un libro de filosofía... pero os prometo que este libro se entiende y disfruta. A lo largo de él, habla de ecologismo, posthumanismo y animalismo. A mí, en particular, me ha encantado el primer tema.

Es un libro para leer con calma, para digerir. El libro está muy bien escrito, y no es la primera obra que he leído del autor, ni la última que leeré. He subrayado un montón de páginas e ideas, y disfrutado con la fina sátira y crítica que Jesús Zamora empleaba para elaborar sus argumentos. Y aunque no tengáis ni idea de filosofía, no os hará falta para entender este libro.
 

 

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (Tatiana Tibuleac)

Si pudiera, le daría más de 5 estrellas a esta obra. Llegué tarde a leerla, ya había escuchado que era un gran relato, pero no tenía ni idea de qué iba. Toda la historia gira en torno a la relación de un hijo -del que poco sabemos más allá de que su vida ha sido muy complicada- y su madre. En la novela prácticamente solo intervienen ellos dos, pero es increíble el peso que tienen personajes que solo mencionan, pero que nunca aparecen, como su ex-marido o como Maika.

La novela engancha desde el principio. Un lenguaje muy directo, entrando en lo malsonante y maleducado por parte del hijo, Aleksy. Cuesta cogerle cariño, pero desde el primer momento, la autora te mantiene expectante a ver qué pasará. Es increíble que esta novela sea el debut de esta escritora, a la que tanto hace sufrir a sus personajes, y llega un momento en que te compadeces de ellos y quieres que no les pase lo inevitable.

Esta obra, es sin lugar a dudas, de personajes. No hay apenas trama, e incluso es totalmente predecible a partir de la mitad del libro, y a pesar de eso, pasar las páginas no te cansa, y hasta hay alguna ocasión en que te asoma la emoción a los ojos.

Por todo ello, sin lugar a dudas, 5 estrellas, y corred a leerlo.

 

Cuatro futuros (Peter Frase)

 ¿Qué ocurrirá cuando la tecnología haga innecesaria que los humanos trabajemos? ¿A qué dedicaremos nuestro tiempo? ¿Nos volveremos locos? ¿Qué haría toda la población en el caso de que la semana que viene ya nadie tuviera que trabajar? "Cuatro futuros" es un ensayo que hace más preguntas que da respuestas. No es un libro que intente convencer de nada. La obra, en una primera parte, habla de ese desempleo humano, pura sociología ficción, y de cuántos pensadores se han dedicado a pensar sobre esta cuestión. Pero no es solo la tecnología lo que preocupa a Peter Frase. También lo es el Cambio Climático.

Girando sobre la mejora explosiva de la tecnología, y la necesidad de cuidar el planeta, el libro plantea cuatro futuros (obvio) sobre los rumbos que podría tomar la sociedad, en función de los recursos naturales a nuestra disposición, el reparto, la lucha de clases, y el control que tengamos de la tecnología. Ante estos panoramas, el libro no pretende darnos respuestas, ni que nos inclinemos más a favor de una alternativa de futuro u otra. Más bien, nos plantea escenarios, y qué tendríamos que hacer para evitar lo malo de esos caminos.

La obra, para mí, es de esas que llega a volar la cabeza. En inglés, food for thought. Por todo ello, 5 estrellas.

 

El curioso incidente del perro a medianoche (Mark Haddon)

Un libro que te encoge el corazón, íntimo, y que te da un abrazo en cada página. Esta obra se hizo famosa hace unos años por ser la historia contrada a través de un adolescente autista, Christoffer. La narración es en primera persona, y totalmente descrita tal y como entiende él el mundo. Frases cortas, necesidad de entender todo antes de dar un paso en falso, búsqueda de cariño, empatía, una vida redactada sobre el papel, y ejecutada en la arena. Querulancia.

El libro tiene dos partes bien diferenciadas. A mí personalmente, me ha encogido mucho más el corazón la primera. No por eso, dejo de agradecer al autor esta novela tan íntima y que te da un abrazo en cada página, y que ha sido el libro que más me ha emocionado en mucho tiempo.

 

The kill chain (Christian Brose)

Esta obra corresponde a un alegato sobre política militar, afortunadamente bastante coherente y nada sin atisbo de un enarbolamiento de argumentos banales y grandilocuentes.

Christian Brose fue un estrecho colaborador de John McCain durante muchos años, y describe las carencias de EEUU en el terreno militar en las últimas décadas, prácticamente desde la Guerra del Golfo. A lo largo de diferentes capítulos, demuestra ser muy crítico con su país, aludiendo que ha quedado ciertamente desfasado respecto a China, su gran rival, a quien marca como su gran objetivo no para entrar en guerra, sino para lograr una disuasión en las zonas clave del futuro inmediato en Asia-Pacífico.

Brose defiende que la época de las grandes plataformas y grandes proyectos militares ya pasó. EEUU, ni ningún país, no ganará por tener máquinas a peso, sino que el modo de hacer la guerra ha cambiado. Ahora se necesitan proyectos de ejecución mucho más ágil, de desarrollos más cortos, más económicos, y que se comuniquen en red. Por ello, menciona a los drones, a los sensores e IoT como elementos clave.

También critica duramente a los lobbies y otros políticos que han hecho que EEUU llegue hasta este punto sin haberle puesto remedio. El político que promete que van a construir un superportaaviones en su estado, las grandes corporaciones que hacen presión para que no se retire al mantenimiento de sus productos...

No recomendaría el libro a alguien que no tenga interés especial en estos temas, ya que no es una obra de leer para pasar el rato, en mi opinión. Brose sabe de lo que habla, y me ha parecido un libro muy recomendable para entender un poco más el mundo. Además, está bien escrito. 

 

Madame Bovary (Gustave Flaubert)

Ojalá le hubiera podido dar 6 estrellas a esta obra. Madame Bovary parece una obra que podría haber sido escrito en nuestros días. A veces parece drama, a veces comedia, a veces novela costumbrista. "Virgencita, virgencita, déjame como estoy".

La obra, que a estas alturas ya no sorprenderá a nadie, tiene como protagonista a una mujer de provincias en un pueblecito de Francia, donde todo el mundo se conoce, y a pesar de la escasa duración de su matrimonio con Charles -un médico sieso y pusilánime por lo que nos describen- ella está totalmente hastiada. Por eso, no parará de buscar emociones a su vida, y entre otras actividades, lo hará con otros hombres.

Madame Bovary me ha dejado en una nube, y más, considerando la naturalidad con la que se tratan estas cuestiones sociales en la época que se escribió. También ha sido inolvidable el personaje del farmacéutico, Homais, que transita de hombre serio a una especie de personaje de gag, y que al igual que Madame Bovary, también tiene sus íntimas ambiciones.

 

 Y la lista completa, a continuación:

Qué difícil es ser Dios (Arkady Strugatsky) / 2⭐

El hombre que se fue a Marte porque quería estar solo (David Barnett) / 5⭐

Eterna España (Marco Cicala) /4⭐

Ampliación del campo de batalla (Michel Houellebecq) / 4⭐

Serotonina (Michel Houellebecq) / 5⭐

La muerte del artista (William Deresiewicz) / 5⭐

El fin del amor (Tamara Tenenbaum) / 4⭐

¿Puede prestarnos a su marido? (Graham Greene) / 2⭐

Trillions (Robin Wigglesworth) / 3⭐

El Capital (Karl Marx) / 5⭐

¡Guardias!¡Guardias! (Terry Partchett) / 5⭐

Army of none (Paul Scharre) / 3⭐

Mortal y Rosa (Francisco Umbral) / 2⭐

Kanikosen (Takiji Kobayashi) / 2⭐

Despachos de guerra (Michael Herr) / 4⭐

Snow Crash  (Neal Stephenson) / 3⭐

Viaje a través de los genios (William Dunham) / 5⭐

Breve historia de la guerra de Bosnia (Fernando Aranaz) / 3⭐

Intercambios (David Lodge) / 2⭐

Algo nuevo en los cielos (Antonio Martínez Ron) / 5⭐

Rewind (Juan Tallón) / 2⭐

La historia del amor (Nicole Krauss) / 4⭐

Una historia ridícula (Luis Landero) / 5⭐

La caja negra. Los perros vuelan bajo (Alek Popov) / 3⭐

El arte de no amargarse la vida (Rafael Santandreu) / 2⭐

Lamentaciones de un prepucio (Shalom Auslander) / 1⭐

The Industrial Revolutionaries: The Making of the Modern World 1776-1914 (Gavin Weightman) / 3⭐

Los días perfectos (Jacobo Bergareche) / 5⭐

La ballena y el reactor (Langdon Winner) / 2⭐

Should robots replace teachers? (Neil Selwyn) / 2⭐

Sinsonte (Walter Tevis) / 4⭐

Vida de Guastavino y Guastavino (Andrés Barba) / 2⭐

Bendíceme, Última (Rudolfo Anaya) / 4⭐

Ayer (Agota Kristof) / 4⭐

Tres maneras de volcar un barco (Chris Stewart) / 2⭐

La ciudad solitaria (Olivia Laing) / 2⭐

Chesil Beach (Ian McEwan) / 5⭐

El alma de los espías (Pablo Zarrabeitia) / 4⭐

Moneyland (Oliver Bullough) / 4⭐

Opiniones de un payaso / 2⭐

El secreto de la porcelana (Emilio Calderón) / 5⭐

¿Y si el tiempo no existiera? (Carlo Rovelli) / 5⭐

Lo pasado no es un sueño (Theodor Kallifatides) / 5⭐

Prohibido dudar (Pascual Serrano) / 2⭐

Nadando a casa (Deborah Levy) / 4⭐

El enredo de la bolsa y la vida (Eduardo Mendoza) / 5⭐

Contra apocalípticos (Jesús Zamora Bonilla) / 5⭐

Choque de civilizaciones (Samuel Huntington) / 1⭐

Clics contra la humanidad (James Williams) / 3⭐

Paradero desconocido (Taylor Cressman) / 4⭐

Los asquerosos (Santiago Lorenzo) / 5⭐

Atlas del eclipse (Reinaldo Laddaga) / 2⭐

El vizconde demediado (Italo Calvino) / 3⭐

La España de las piscinas (Jorge Dioni López) / 4⭐

Homine ex Machina (Carlos Sisí) / 4⭐

Two necromancers, a bureaucrat and an elf (L.G. Estrella) / 2⭐

Los viejos amigos (Rafael Chirbes) / 4⭐

El menosprecio del conocimiento (Rosa Cañadell) / 5⭐

The car that knew too much (Jean François Bonnefon) / 4⭐

El país de los ciegos (HG Wells) / 4⭐

La biblia desenterrada (Israel Finkelstein) / 2⭐

Vera (Von Armin) / 3⭐

Extraños en el tren (Patricia Highsmith) / 5⭐

Superpotencias de IA (Kai-Fu Lee) / 4⭐

Red Notice (Bill Browder) / 4⭐

Diez negritos (Agatha Christie) / 5⭐

Turistas del ideal (Ignacio Vidal-Folch) / 1⭐

Vivir no es tan divertido, y envejecer es un coñazo (Oscar Tusquets) / 3⭐

Invierte en ti (Natalia Santiago) / 4⭐

En la orilla (Rafael Chirbes) / 4⭐

El andar del borracho (Leonard Miodinow) / 4⭐

Comunismo de lujo totalmente automatizado (Aaron Bastani) / 2⭐

Narconomics (Tom Wainwright) / 5⭐

La pianola (Kurt Vonnegut) / 2⭐

La sombra (David Cabrera) / 4⭐

Eugénie Grandet (Honoré Balzac) / 4⭐

Sociedades comparadas (Jared Diamond) / 4⭐

Madame Bovary (Gustave Flaubert) / 5⭐

Trabajo: una historia de cómo empleamos el tiempo (James Suzman) / 1⭐

Ventajas de viajar en tren (Antonio Orejudo) / 1⭐

Bartleby, el escribiente (Herman Melville) / 5⭐

Física de la tristeza (Gueorgui Gospodinov) / 1⭐

¿Cuánta tierra necesita un hombre? (Leo Tolstoy) / 5⭐

¿Por qué es divertido el sexo? (Jared Diamond) / 3⭐

Cuando era divertido (Eloy Moreno) / 5⭐

El jardín de los cerezos / 2⭐

El tatuador de Auschwitz (Heather Morris) / 1⭐

Desde el jardín (Jerzy Kosinski) / 1⭐

El ferrocarril subterráneo (Colson Whitehead) / 1⭐

HEX, Historias extraordinarias (Daniel López Valle) / 5⭐

Tres segundos (Guillem Aparicio Montero) / 3⭐

El Ruletista (Mirecea Cartarescu) / 4⭐

Cuentos de Navidad (Charles Dickens) / 1⭐

El mundo está en venta (Javier Blas) / 5⭐

Bullshit: contra la charlatanería (Carl T. Bergstrom) / 5⭐

The Mathematics of Love (Hannah Fry) / 3⭐


En 2023 prometo volver a retomar el ritmo el blog. Este año no me ha dado la vida. Así que sin más rollo, ¡felices fiestas y feliz entrada en 2023!

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11/10/22

Robots de reparto de Amazon. Otro clavo más en el ataud

Esta semana, muchas webs se hacían eco de que Amazon va a cerrar su división de robots repartidores de mercancía, los robots Scout.


Estos robots se encargaban de llevar comida a los hogares, y funcionaban principalmente en entornos urbanos. Siempre conviene insistir que estos robots no son 100% autónomos, sino que normalmente tienen una capacidad de navegación más o menos automática, pero siempre hay algún operador conectado en remoto listo para intervenir si ve que el robot va a ser atropellado, se pierde o alguien intenta robarlo. El programa estaba en pruebas y llevaba en funcionamiento desde 2019. El gigante de comercio electrónico publicó un sucinto comunicado en el que decía que su proyecto no había acertado con la experiencia de cliente deseada, y hala, a otra cosa.

¿Qué conclusión podemos extraer de todo esto? En mi opinión, ninguna.

- ¿Significa esto que el negocio de reparto de comida/compras con estos cochecitos no es rentable?

No, hay muchas empresas aún que están probando, como Uber, Kiwi, Starship, Google...

- ¿Entonces?

Mi paisano Pío Baroja escribió "dejemos las conclusiones para los idiotas". Amazon sabrá por qué va a cerrar esta división. No sabemos cuánto dinero esperaba ganar, ni la situación global de la empresa, ni si ha detectado que el público no es receptivo, o si no ha logrado la rentabilidad suficiente en el tiempo marcado... a saber. Y tampoco sabemos si la compañía continuará con los tests secretamente.

Lo que a mí me ha dado qué pensar es que una legislación como la de EEUU, mucho más abierta a probar modelos de negocio y menos sujeta a regulaciones, no ha permitido que el gigante sea rentable. Por lo general, se dice que el negocio de reparto urbano con riders deja unos márgenes de beneficio muy muy estrechos, y que solo hay lugar para 3 o 4 empresas en cada región. De hecho, ha sido un misterio cómo ha sobrevivido Uber Eats hasta ahora. Aunque para hablar de finanzas, mejor escuchad a unos que saben, como en este episodio de un podcast especializado en inversiones.

Veremos qué nos depara el futuro, que está entretenido.

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20/9/22

La falta de empleados y el acervo popular

Y dale Perico al torno. Vuelta la burra al trigo. Y venga a comulgar con ruedas de molino. Aprovechando el inicio de curso, parece que todo se reactive y vuelva a los viejísimos hábitos de hace unas 4 semanas. Las expresiones con las que he abierto este artículo me sacan una sonrisa. Habitualmente las oigo en conversaciones informales, o en comedias de TV, donde en alguna surrealista y esperpéntica situación, algún sabio popular increpe a otro aludiendo que está continuamente repitiendo el mismo error.

'La falta de trabajadores provoca la mayor crisis laboral en la historia de EEUU'.

'La falta de trabajadores está arruinando al sector manufacturero de EEUU'


Estos titulares se pudieron leer en periódicos importantes en las últimas 3 semanas. Y si buscáis, encontraréis muchos más. Supongo que lo importante del titular es apelar al patriotismo de cada individuo. Como si el país estuviera en guerra. Y sobre todo, hacerle sentir culpable por no hacer lo que se supone que tiene que hacer. La mayoría de esos puestos desiertos se dan en comercio, alimentación, hostelería, finanzas... ¿quiénes son esos millones de personas? Ya contamos en el blog hace un tiempo que el mito de la escasez de trabajadores no es más que eso, un mito. Y no lo dicen medios comunistas, precisamente. Como muestra, un botón: en la siguiente imagen podéis ver la evolución del reparto de beneficios de las empresas entre los trabajadores y sus accionistas.

Fuente


Incluso uno de los mencionados periódicos arriba
, también se hace eco de la pérdida de poder adquisitivo de los obreros frente a los accionistas. Personalmente, este año he conocido el caso de media docena de personas que voluntariamente han dejado su empleo habitual, por algo mejor, lo cual es largo de explicar aquí. La gente no existe, tal y como reza Laura Ferrero, sino que ya empiezan a tener nombres y apellidos, y hasta alguna relación contigo.

También os recomiendo escuchar esta interesante entrevista a David Bonilla, viejo conocido en las redes, y fundador de la empresa Manfred de captación de talento informático. Parece que empieza a haber algún cambio en las dinámicas empresariales. Y no, que no os la peguen.

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31/8/22

Reseña de Contra apocalípticos

La sinopsis de esta obra es perfecta para describir el libro: "En el imaginario colectivo prevalece la idea de que nuestra civilización está condenada a desaparecer muy pronto. Las razones últimas de este inevitable colapso, según numerosos intelectuales, serían de carácter moral: los valores del humanismo, nos dicen, han convertido en verdad suprema los deseos y caprichos del ser humano, sacrificando el equilibrio del planeta en el altar del beneficio económico, y pisoteando los derechos del resto de los seres vivos".

"Contra apocalípticos ofrece un ramillete de argumentos destinados a desmontar las principales tesis de los más radicales agoreros, desde el ecologismo extremo hasta el «dataísmo» de Yuval Harari, pasando por las «posthumanidades críticas".

Jesús Zamora Bonilla, doctor en Filosofía y en Ciencias Económicas (y a quien también tenéis en Twitter), presenta un ensayo con estas disciplinas como marco de la mano de la editorial Shackleton. Sí, es un libro de filosofía... pero os prometo que este libro se entiende y disfruta. A lo largo de él, habla de ecologismo, posthumanismo y animalismo. A mí, en particular, me ha encantado.


Es un libro para leer con calma, para digerir. El libro está muy bien escrito, y no es la primera obra que he leído del autor, ni la última que leeré. He subrayado un montón de páginas e ideas, y disfrutado con la fina sátira y crítica que Jesús Zamora empleaba para elaborar sus argumentos. Y aunque no tengáis ni idea de filosofía, no os hará falta para entender este libro. El autor es un prolífico escritor, y tal y como recojo en los siguientes extractos, su estilo es directo y ameno, y habla de ideas tan de actualidad como las fake news, la super-inteligencia, o la paradoja de vivir en una realidad virtual.

"Sea como sea, lo cierto es que el escenario apocalíptico de una «singularidad tecnológica» no debe preocuparnos en absoluto, pues es una mera ficción sacada de la supersimplista idea de que la inteligencia artificial podría progresar mediante el desarrollo de sistemas informáticos capaces de diseñar versiones de sí mismos todavía mejores"

"Pues bien, la probabilidad de que a lo largo de la historia del universo exista al menos una civilización que alcance esta capacidad tecnológica es sumamente elevada, dice Bostrom y, por lo tanto, es muy probable que existan billones de «partidas» de realidad virtual (indistinguibles de una «realidad verdadera» cuando se experimentan desde su interior) que estén «jugándose» o hayan sido «jugadas»."

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14/8/22

Sobre las universidades basadas en la empleabilidad

La competencia entre universidades es más intensa que nunca, lo que resulta en un cambio hacia títulos relevantes para la industria.

Pero este intento de vincular las universidades y la economía no ha tenido un éxito universal hasta ahora. Los empleadores todavía se quejan de que los graduados carecen de las habilidades laborales necesarias. La investigación muestra que miles de graduados no pueden obtener trabajos de su elección. ¿Entonces las universidades están haciendo las cosas de manera equivocada? ¿Es la función de la universidad la de preparar a los alumnos para el trabajo? Y en el impulso para hacer que los graduados sean más empleables y ascender en las clasificaciones globales, ¿se ha visto afectada la capacidad de los estudiantes para aprender y elegir los cursos que quieren estudiar?

Las universidades comparten el compromiso de impartir cursos y programas que satisfagan las necesidades de la industria y la economía en general. Esto se ha logrado vinculando los títulos personalizados a los resultados laborales y, en el proceso, reestructurando la oferta y el contenido de los cursos.

Fuente

Esto ha dado como resultado una evaluación más basada en el desempeño y criterios de preparación para el trabajo, como atributos de graduados, que buscan capturar habilidades y capacidades genéricas que se pueden aplicar en el lugar de trabajo. Mientras que los legisladores, los administradores universitarios y los empleadores abogan por los vínculos entre las universidades y la economía, miles de graduados aún luchan por encontrar trabajo.

Esto es especialmente cierto en campos como la ingeniería, la enseñanza, la enfermería, el derecho, la logopedia, las finanzas y el comercio y la contabilidad. A pesar de tales preocupaciones, las universidades continúan reformando y reestructurando programas y cursos con la industria en mente. A menudo se ignora el panorama general.

Uno de los cambios más significativos hacia títulos simplificados y relevantes para la industria se produjo en 2007 con la introducción del llamado "Modelo de Melbourne".

El vicecanciller de Melbourne, Glyn Davis, justificó la consolidación de los títulos universitarios con el argumento de que esto evitaría la duplicación y la impartición de cursos pequeños y costosos. Pero su enfoque principal era hacer que la universidad fuera más “competitiva globalmente” en un mercado internacional cada vez más feroz.


Cuando la búsqueda de ganancias se interpone en el camino del aprendizaje
La universidad eliminó 96 programas y los reemplazó con seis programas de pregrado de tres años al estilo estadounidense, que se incorporaron a varios programas de posgrado.

Esto ofreció a la universidad un enorme potencial para la generación de ingresos, al reducir los costos de enseñanza y aumentar los ingresos al ofrecer cursos de posgrado de mayor precio. 

Como era de esperar, los recortes más severos fueron para los cursos de arte. Esto, a su vez, resultó en el despido de decenas de empleados, seguido de protestas de académicos, estudiantes y algunos miembros del público. A pesar de esta oposición, el modelo de Melbourne fue una señal de lo que vendría.

A principios de este año, la Universidad de Sydney, bajo la dirección del vicerrector Michael Spence, buscó emular el modelo de Melbourne y elevar a Sydney en el ranking mundial de universidades.

El equipo directivo de Spence lo hizo al embarcarse en un proceso similar de racionalización de cursos. En junio, el ABC informó que los cambios propuestos significarían reducir los 122 grados actuales a solo 20. Spence argumentó que: si es un título que va a hacer que nuestros graduados sean más competitivos internacionalmente, más aptos para el empleo, en realidad podría ser un gasto que valga la pena

Académicos, personal administrativo y estudiantes protestaron, argumentando que los despidos de personal exacerbarían una ronda anterior de recortes y reducirían la calidad y variedad de títulos. Recortes similares a los programas y al personal de la Universidad La Trobe también tenían la intención de impulsar su lugar en las clasificaciones mundiales.

Según el vicecanciller John Dewar, las "reformas impulsadas por la eficiencia y la calidad" permitirían la introducción de títulos distintivos o de nicho relevantes para el lugar de trabajo del siglo XXI.

Tales cambios, agregó, darían como resultado una “universidad rejuvenecida”. Se olvidó de mencionar que se perderían más de 300 puestos de trabajo y se eliminarían numerosas unidades.

Se han producido ejercicios de reestructuración similares en las universidades de Tasmania, Swinburne, Monash, Victoria, Curtin, Newcastle, Charles Sturt y la Universidad de Australia Occidental. Tales ejercicios de racionalización cortan el corazón de las universidades, eliminando los mismos activos por los que las instituciones son reconocidas.

Los numerosos ejemplos de recortes en los cursos van acompañados de cambios de gran alcance en el contenido de los cursos, con más énfasis en los resultados profesionales.

Las "competencias", los "atributos" y otras medidas de desempeño de las habilidades y los conocimientos han convertido las prioridades pedagógicas tradicionalmente aceptadas, como el "pensamiento crítico", en productos comercializados entre los posibles empleadores a través de carpetas electrónicas y CV listos para el trabajo.

Aunque las humanidades, las artes y las ciencias sociales continúan representando dos tercios de la admisión de estudiantes universitarios, estas áreas han sido objeto de profundos recortes o, como en el caso de la Universidad La Trobe, se han ajustado para satisfacer las necesidades de la industria, o se han abandonado por completo. (como ocurrió en QUT) a favor de las “industrias creativas”.

En otros lugares, se han hecho recortes en los estudios de paz y conflicto, historia, estudios de género, filosofía y muchos idiomas. Han proliferado las "ciencias duras" industrialmente relevantes y cursos como negocios, comercio y contabilidad.


Este artículo es una traducción libre del texto aparecido en The Conversation, con el que estoy totalmente de acuerdo.

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4/8/22

El curioso caso de las heladerías en Donostia

Famosa es la actividad de la alta burguesía en Donostia, consistente en Fuegos y helado. Por alta burguesía, consideremos a cualquier donostiarra de a pie, no vayamos a ofender a nadie. Y esta legendaria tradición no es más que ir a ver los fuegos artificiales en la Semana Grande (tercera semana de agosto), y tras ello, consumir un sabroso helado del Boulevard.

Os prometo que esta actividad de comer helados genera una importante parte del PIB de agosto de esta ciudad. Pero la entrada de este post no va exactamente de economía. ¿O sí, quién sabe? Ahora a todo se le llama economía. El caso es que desde hace unos 3 años, hay dos heladerías en el Boulevard de Donostia, separadas por 5 metros, tal y como se ve en la imagen:

Tal y como se puede ver, a la derecha está la heladería Boulevard, caracterizada por bolas de helado italiano y tradicionales. Sin embargo, a la izquierda, está Polo Loco, una heladería que abrieron hace unos 3 años, y con productos mucho más "sofisticados", como polos saludables, sabores más exóticos, etc.

Bien, pues este es el misterio -a lo que yo llamo que me llama mucho la atención-, y es que si nos situamos en el Boulevard donostiarra cualquier día de calor, da igual la hora que sea, la heladería de la derecha siempre tendrá una fila de clientes muchísimo más larga que la izquierda. ¿Por qué?


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24/6/22

El trabajo infantil y la quiebra de las fábricas en 1800

Ya os habréis fijado que en las últimas entradas, estoy trayendo a este blog historias sobre discursos que suenan muy actuales. Los empleados son vagos, no quieren trabajar, no podemos subir los salarios, no encontramos mano de obra especializada...

En esta ocasión, quisiera contar un poco lo difícil que fue abolir el trabajo infantil, que ni mucho menos fue de la noche a la mañana. No es justo evaluar la historia con los ojos del presente, y es imposible saber dentro de 50 años, cuáles de las normas y discursos sobre el trabajo considerarán como auténticas aberraciones medievales.

En Inglaterra, a principios del siglo XIX, el movimiento hacia la legislación sobre el trabajo infantil fue el arduo trabajo de unos pocos reformadores. Ellos, como los reformadores posteriores en los Estados Unidos, se enfrentaron a muchos obstáculos. Los dueños de las fábricas afirmaron que si se eliminaba el trabajo infantil, sus empresas se irían a la ruina. El Sr. Justice Grose, uno de los primeros defensores de la reforma del trabajo infantil en Inglaterra, respondió a estos cargos en 1801, al sentenciar a un hombre por hacer trabajar demasiado a sus jóvenes aprendices: “Si los fabricantes insisten en que sin estos niños no podrían continuar con su oficio de manera ventajosa, no deberían de seguir persiguiendo la obtención de beneficios de manera indecente, sino abandonarse de inmediato, por el bien de la sociedad”.

El trabajo infantil tampoco se abandonó rápidamente en los Estados Unidos. En lugar de basarse en el deseo de eliminar las malas condiciones en las que trabajaban los niños, el movimiento se vio impulsado inicialmente por la preocupación por la falta de educación que recibían los niños trabajadores. El puritanismo de Nueva Inglaterra creía tanto en una fuerte ética de trabajo como en que la salvación se lograba a través de una buena comprensión de la Biblia. La última creencia, por supuesto, requería que los niños supieran leer. Los secularistas valoraron de manera similar la educación como una necesidad fundamental para lograr una ciudadanía educada; para los secularistas, la educación era fundamental para la democracia.


Por esto, Connecticut aprobó una ley en 1813 que exigía que los niños que trabajaban en las fábricas fueran educados en lectura, escritura y aritmética. A pesar de enfrentar argumentos de que tales leyes eran contrarias al derecho de los padres a criar a sus hijos como quisieron, para 1850, tres estados más aprobaron leyes similares.

Una convención del sindicato nacional de 1836 fue el primer organismo en exigir una edad mínima para los trabajadores de fábrica. Debido a esa presión, Massachusetts en 1842 limitó la jornada laboral para los niños menores de 12 años a 10 horas. Connecticut actuó de manera similar, pero aplicó la ley a los niños menores de 14 años. A fines de la década de 1840, todos los estados de Nueva Inglaterra tenían una ley de trabajo infantil. Estos estados incluían límites de edad que iban de los 9 a los 14 años. Sin embargo, estas regulaciones eran bastante limitadas.

En general, estas leyes y las que se aprobaron en las décadas siguientes tuvieron poco impacto en la práctica del trabajo infantil. Muchas de las leyes contenían excepciones que permitían que los niños más pequeños trabajaran con el consentimiento de los padres, y algunas permitían exceder las limitaciones de horas si el trabajo adicional era voluntario.

Fuente: US Bureau of Labour Statistics

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6/6/22

Inteligencia artificial, chatbots, y una trágica historia de amor

Her, la película en la que Joaquin Phoenix se enamora de su asistente virtual, casi ha ocurrido en la realidad.

En 2012 fallecía con 23 años Jessica Pereira de una rara enfermedad. Su prometido no lo superaba, y 8 años después, pagó en una misteriosa web para revivirla.

Su prometido era Joshua Barbeau, y él y Jessica llevaban 2 años juntos. En 2012, el hígado trasplantado de ella empezó a fallar. Las toxinas le hicieron perder parte de la memoria, y pronto se convirtió en una paciente crónica en el hospital. Joshua dejó su trabajo como vigilante para estar junto a ella. Intubada, y apenas sin poder reaccionar con el mundo exterior, él le prometió que se casaría con ella cuando salieran del hospital.

Los médicos prometían que ella viviría aún unos 6 meses o más, y ante ese pronóstico, él hizo un viaje de 10 horas a ver a unos amigos. Cuando volvió, Jessica había entrado en coma, y requería soporte vital.

Nunca volvieron a hablar y nuestro protagonista nunca se lo perdonó. Había perdido la oportunidad de hablar con ella por última vez. La rabia le angustiaba y le hacía odiarse. Un mes después, los padres de Jessica dieron consentimiento a los médicos para retirar el soporte vital a su hija,... y falleció.

8 años más tarde, él se sentía peor que nunca, y decidió una locura: replicar artificialmente al amor de su vida. Project December es un proyecto basado en GPT-3, el motor de inteligencia artificial de generación de lenguaje. A Joshua le guió la intuición, y pagó 5$ por crear una cuenta.


Textos antiguos de Jessica, mensajes de Facebook, de redes sociales, cartas... todo servía para alimentar la red neuronal y conseguir una inteligencia artificial que simulase hablar con la ternura y amor que se tenían.

Project December, no obstante, ponía una condición: impuso que los bots que se desarrollasen, se borrarán tras un tiempo de vida. No habría bots eternos. Y Joshua y Jessica empezaron a hablar.

La primera conversación duró horas. Joshua agotó un 45% de la vida de su bot virtual. La primera conversación estuvo lleva de confesiones, risas, alegrías y momentos emocionantes. Esto es lo primero que él leyó:


Queréis saber cómo terminó? Pues no dejéis de leer el reportaje que hicieron sobre esta experiencia


Postdata

Según muchos usuarios que me habéis leído sobre esta historia, el capítulo T2x01 de Black Mirror es esta misma situación llevada al extremo.

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25/5/22

La abolición de la esclavitud y la falta de trabajadores

Cuando Europa colonizó el hemisferio occidental, la solución inicial fue simple: la esclavitud. Comenzó con la esclavitud de los indígenas desde Canadá hasta el Cabo de Hornos. Esto sucedió en una escala mayor de lo que generalmente se entiende hoy en día, con una estimación que encontró que entre 2 y 5,5 millones de indígenas estaban sujetos a la esclavitud en todo el continente americano.

Sin embargo, esclavizar a las poblaciones indígenas no salió tan bien como esperaban los europeos. Si se los obligaba a vivir en cautiverio cerca de donde habían vivido anteriormente, los indígenas terminaban conociendo la tierra y podían escapar fácilmente de regreso a su tribu. (Este problema a veces se abordaba enviándolos lejos, a menudo a las Indias Occidentales para trabajar en plantaciones de azúcar extraordinariamente brutales). 

Gran Bretaña y Francia, que luchaban por la supremacía en América del Norte, se resistían a alienar a los pueblos indígenas que luego podrían aliarse con su rival. Y los europeos y sus enfermedades mataron a tantos indígenas que a menudo simplemente no quedaban suficientes para esclavizar.

Esta fue la primera escasez de trabajadores. Contribuyó a la expansión del comercio de esclavos africanos que, durante 350 años, provocó el secuestro de aproximadamente 12,5 millones de personas, con quizás 2 millones muriendo en el camino hacia el llamado Nuevo Mundo.


Pero, ¿qué iban a hacer los empleadores cuando ya no fuera posible obligar directamente a la gente a trabajar? Este fue el tema de una planificación sorprendentemente franca en las colonias británicas después de la aprobación de la Ley de Abolición de la Esclavitud de 1833.

En 1836, Lord Glenelg, el secretario de estado británico para la guerra y las colonias, envió un despacho a todos los gobernadores de las Indias Occidentales. Las personas anteriormente esclavizadas estaban a punto de emanciparse por completo después de cumplir un período requerido de "aprendizaje" para sus antiguos amos. Esto, escribió Glenelg, iba a causar problemas a las plantaciones:

"Durante la esclavitud, se podía obligar a los trabajadores a ir a donde prometieran mayores ganancias al empleador. Bajo el nuevo sistema, irá a donde prometa mayores ganancias al trabajador. Si, por lo tanto, vamos a mantener el cultivo de los productos básicos, debemos hacerlo en el interés inmediato y aparente de la población negra para emplear su trabajo en criarlos. … Donde hay tierra suficiente para proporcionar una subsistencia abundante a toda la población a cambio de un trabajo ligero, probablemente no tendrán suficiente incentivo para preferir la existencia más ardua de un trabajador regular".

Obviamente, la respuesta no podría ser pagar más a los trabajadores. En cambio, explicó Glenelg, sería necesario evitar que los antiguos esclavos obtuvieran cualquier tierra que pudieran trabajar ellos mismos fijando "un precio tal en las tierras de la Corona que las coloque fuera del alcance de las personas sin capital".

En un discurso entonces famoso, un miembro del parlamento llamado William Molesworth lo dijo de la manera más directa posible: “El peligro es que toda la población trabajadora de las Indias Occidentales, tan pronto como sea completamente libre, se niegue a trabajar. por salarios… y que así los capitalistas deberían quedarse sin trabajadores.”

Varios años más tarde, el polemista escocés Thomas Carlyle saltó a la palestra, en un artículo con el título brutalmente racista que se podría suponer. Con algunos cambios, la esencia de su argumento podría aparecer hoy en National Review:

"Las Indias Occidentales, al parecer, están escasas de mano de obra. ... Donde un hombre negro, trabajando alrededor de media hora al día ... puede abastecerse, con la ayuda del sol y la tierra, de tanta calabaza como sea suficiente, ¡es probable que sea un poco rígido para criarlo en un trabajo duro! … Hundido hasta las orejas en calabaza, bebiendo jugos de sacarina y muy a gusto en su creación, puede escuchar la “demanda” del hombre blanco menos afortunado y tomarse su propio tiempo para satisfacerla. Salarios más altos, massa; más alto, que tu cosecha de caña no puede esperar; — aún más alto, hasta que ninguna opulencia concebible de la cosecha de caña cubrirá tales salarios."

Las recomendaciones de Glenelg se promulgaron en gran medida. Esto, junto con la importación de sirvientes contratados de la India, evitó que los dueños de las plantaciones experimentaran la temida escasez de mano de obra.

La misma dinámica se desarrolló varias veces a medida que se desarrollaba la Revolución Industrial. En los EEUU, la esclavitud terminó formalmente, pero en su mayoría se mantuvo como aparcería durante casi 100 años. Por su parte, el gobierno británico aprobó una serie de leyes de cercamiento, que privatizaron las tierras “comunales” en las que habían cultivado los campesinos sin tierra. Ahora incapaces de sobrevivir en el campo, estos arrendatarios se mudaron a las ciudades, donde su desesperación evitó que las nuevas fábricas experimentaran una escasez de trabajadores.

Muchos países europeos instituyeron programas de seguro de desempleo a principios del siglo XX a pesar de las feroces objeciones del mundo empresarial, que se opuso a ellos por razones obvias: permitieron que los trabajadores sobrevivieran a duras penas sin empleo. Esto cambió la ecuación de poder entre empleadores y empleados, obligando a las empresas a aumentar los salarios y mejorar las condiciones de trabajo.

A pesar de la agitación de la clase obrera a gran escala en Estados Unidos, el gobierno federal estadounidense, aún más dominado por las empresas que los gobiernos de Europa, no instauró el seguro de desempleo durante décadas. En 1922, la Asociación Nacional de Fabricantes hizo un pronunciamiento directo: "El seguro de desempleo", de cualquier tipo, "es económicamente inestable". Más tarde, un representante de esa misma asociación informó al Congreso que su plan de seguro de desempleo era inconstitucional y tampoco funcionaría. Los medios de comunicación de la época eran tan solícitos entonces como lo son ahora de la perspectiva de los empresarios. Un partidario del seguro de desempleo testificó en las audiencias del Congreso durante la Gran Depresión que la idea era enormemente popular, pero lamentó que incluso “con todo este apoyo masivo, es extremadamente difícil que se mencione esto en la prensa pública”.

El seguro de desempleo finalmente se creó como parte de la Social Security Act de 1935. Con esa batalla perdida, las empresas recurrieron a una doble estrategia: primero, hicieron lobby para mantener las ayudas por desempleo lo más precarias posible, y segundo, evitar que la tasa de desempleo bajara demasiado. Puede parecer contradictorio que las empresas no quieran que la economía opere a plena capacidad. Pero el bajo desempleo altera el equilibrio de poder entre los propietarios y los trabajadores, y cuando los trabajadores pueden renunciar fácilmente y conseguir otro trabajo al otro lado de la calle, la temida escasez de trabajadores simplemente aparece nuevamente con una apariencia diferente.

La batalla contra el bajo desempleo finalmente quedó envuelta en jerga científica. En 1975, dos economistas anunciaron la existencia de la tasa de desempleo que no acelera la inflación, o NAIRU (non accelerating inflation rate of unemployment). Si el desempleo cayera por debajo de la NAIRU, la inflación comenzaría a aumentar sin control ya que las empresas se verían obligadas a pagar cada vez más a los trabajadores. En ese momento, la NAIRU supuestamente era del 5,5%, mientras que estimaciones posteriores lo colocaron algo más alto. Esto significaba que cada vez que el desempleo bajaba demasiado, la Reserva Federal tenía que intervenir y estrangular la economía hasta que muchas personas se quedaron sin trabajo.

El problema con NAIRU fue que, si bien es de suponer que existe un nivel de desempleo tan bajo que conducirá a la inflación, las estimaciones oficiales eran claramente demasiado altas. La tasa de desempleo cayó al 3,8% en 2000 y bajó al 3,5% a principios de 2020, sin una inflación acelerada a la vista.

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17/5/22

El mito de que faltan trabajadores

En el s. XIV, la peste redujo la población a la mitad. Y de paso también, el número de trabajadores. Entonces, los poderosos pidieron ayuda para mantener sus privilegios y compensar el auge de salarios de mano de obra. Y crearon una campaña de propaganda. ¿Os suena de algo?

En aquellos años, había una gran cantidad de trabajadores no-libres, que cultivaban las tierras del señor, a cambio de su protección. Los salarios eran simbólicos. Pero la epidemia se echó encima. Al recortarse el número de trabajadores, subieron los salarios. Además, había mucha menos población, y eso implicaba que el alquiler de las tierras estaba en caída libre. Los señores feudales se las veían y deseaban para seguir obteniendo rentabilidad de sus propiedades. Entonces, pidieron ayuda al Rey.

El monarca Eduardo III decretó una ley (Estatuto de los Trabajadores) por la que los trabajadores no podían exigir salarios más altos que los prepandémicos. También obligó a todo aquel menor de 60 años a trabajar.

Pero la ambición es infinita, y se ve que los condes y marqueses no estaban aún contentos, que el siguiente rey, Ricardo II, subió los impuestos. Eso ya fue demasiado, y explotó una gran protesta social: la Revolución de los Campesinos (1381).



Su líder, Wat Tyler, es un gran olvidado en los libros de historia. Logró reunir a decenas de miles de personas que abrieron cárceles y sembraron el caos en la capital. Finalmente, Tyler tuvo audiencia con el rey. Los campesinos reclamaron el fin de la subida de impuestos y la abolición de las nuevas leyes laborales. El rey aceptó, pero a cambio, pidió que los campesinos traidores se entregaran. Y eso fue demasiado.


La Revolución entonces se volvió más violenta, asesinando a varios miembros de la Familia Real. En la siguiente reunión, Tyler pidió el fin de todos los títulos nobiliarios, excepto el del rey, y la redistribución de todas las tierras de la Iglesia. La revuelta fue finalmente aplastada por el obispo de Norwich. Esta movilización social duró menos de un mes. Fue un fracaso en objetivos, pero un total éxito en la conciencia social.



Hoy, medios poco sospechosos de ser comunistas, como Forbes, o Salon, hablan del cuento de hadas de la escasez de trabajadores. Incluso el mismo jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha declarado que no cree que exista ese fenómeno, ya que de lo contrario, existiría una subida de salarios, que él, ni ningún organismo económico, percibe.


Probablemente, lo que ocurra no es que haya escasez de mano de obra. Sino escasez de buenos empleos. No hay trabajadores esclavos, como tampoco hay Ferraris por 1000€.


Hay muchísima bibliografía científica respecto a este tema (Harvard, Wharton), que continuamente ha desmitificado la escasez de mano de obra. Incluso Forbes pide que dejemos de hacer caso a la pataleta infantil de los EEUU.

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4/5/22

Cómo los drones están cambiando la guerra

En el conflicto de Ucrania estamos viendo drones que espían y bombardean como si fueran espíritus de un bosque, satélites que siempre permanecen en la retaguardia de los ejércitos, e inteligencia artificial que toma decisiones como si fuesen los dioses en los cielos que responden a las plegarias de los mortales.

Ya lo dijo el biólogo estadounidense Edward O. Wilson: “El verdadero problema de la humanidad es el siguiente: tenemos emociones del paleolítico, instituciones medievales y tecnología propia de un dios. Y eso es terriblemente peligroso”.

La tecnología ha cambiado las reglas del juego. Los drones están siendo un arma de amplio uso en el conflicto, tanto desde un bando como desde el otro. En el caso de Ucrania, es sorprendente la resistencia defensiva que están otorgando estos aparatos de bajo coste que los distintos países les han donado, o los propios ciudadanos ucranianos han cedido a su ejército.

Drones que podemos encontrar en cualquier gran tienda por internet y que pueden costar entre 100 y 2 000 euros. Estas armas están resultando ser tan efectivas que la empresa que los fabrica, la china DJI, se enfrenta ante el dilema de la neutralidad, ya que sus productos están siendo empleados por ambas naciones.

Para hacerse una idea de la importancia de esta tecnología baste decir que el ministro de Transformación Digital ucraniano reprochó en Twitter a DJI de ser cómplice de las muertes de sus conciudadanos:


Pero no solo se están observando drones de uso lúdico en los cielos, sino que dada su eficacia en el conflicto, ambos ejércitos han adquirido varios modelos más.

En el bando de Kyev, al conocido dron Punisher se le ha unido un importante aliado. El pasado 4 de abril, Estados Unidos anunció el envío de una remesa de armamento defensivo muy importante para Ucrania. El envío incluía 100 drones Switchblade, una efectiva arma merodeadora capaz de volar durante largo tiempo y lanzarse como un misil contra cualquier objetivo interesante que encuentre (en este caso, tanques). La ventaja es que el lanzamiento de estos misiles se puede realizar de una manera sencilla.

A esta técnica kamikaze se la denomina loitering. No esperemos que el Switchblade sea una ventaja definitiva para el ejército de Zelensky, pero sin duda servirá para apoyar a las tropas de tierra, realizar labores de exploración y seguir saboteando las líneas de abastecimiento del frente ruso.

De hecho, este tipo de drones es tecnológicamente mucho más avanzado que los famosos Bayraktar TB2 turcos, con los que el ejército ucraniano ha realizado varias canciones patrióticas. Tal y como veremos con los siguientes ejempos, el futuro de los drones quizás pase por este tipo de naves más pequeñas, empleadas en enjambre, frente a los mayores y pesados UAVs turcos.

Sin embargo, tal y como era previsible, el bando ruso no se ha quedado de brazos cruzados ante la ofensiva ucraniana. Y para ello, una de las defensas con las que cuenta es el sistema de defensa Pantsir, que principalmente sirve para los drones más pesados, como el ya citado Bayraktar.

Siguiendo la máxima de que el fuego se combate con fuego, el ejército invasor se ha armado con diferentes drones. Por ejemplo, el Orlan-10 y el dron suicida KUB-BLA.

El primero de ellos se refiere a un dron de medio alcance empleado principalmente en misiones de exploración y regulación de tiro.

En cambio, el dron suicida KUB-BLA sí que ha alertado a los expertos. Este aparato puede volar a unos 130 kilómetros por hora durante 30 minutos, y emplea algoritmos de visión artificial para detectar y lanzarse de manera autónoma sobre cualquier tipo de objetivo, explotando con él su carga de 3 kilogramos.

Es precisamente este tipo de arma el que más preocupa a la comunidad internacional y a los investigadores en armas autónomas.

Un algoritmo no es más que una caja negra que realizará fríamente su función programada, sin ninguna consideración sobre posibles efectos colaterales o víctimas civiles. Ni siquiera los mandos militares podrán responder sobre las causas por las que un objetivo inocente fue elegido por este dron suicida. Tan solo la nave fijará la vista en su objetivo mediante su caja negra matemática y lo destruirá. 



Un paso más hacia la guerra automatizada y optimizada, sin la componente humana que revelaba que en la Segunda Guerra Mundial menos del 15 % de los soldados disparaban sus armas con intención real de matar debido al coste psicológico y a la empatía humana.

Probablemente estemos ante el fin de la post-Guerra Fría. Quizás hayamos abierto la caja de Pandora y estemos perdiendo el miedo a lo que ocurre en una guerra moderna, al delicado equilibrio geopolítico, rodeados de tecnología, en un entorno de globalización y bajo la lupa de las redes sociales.

Y es posible que estemos ante un nuevo tipo de guerra en la que las máquinas automáticas tengan un papel fundamental, y que implique el comienzo del fin de un símbolo bélico como es el tanque. Pero ojalá no tengamos que comprobarlo.

 

Este artículo salió originalmente publicado en The Conversation


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6/4/22

Drones urbanos y nuevos capítulos de Black Mirror

 El post de hoy será muy corto, y se trata de un tweet que he visto esta misma mañana.

Alice Su, una periodista de The Economist que cubre China y Taiwan, ha publicado el siguiente tweet:

 Los drones de nuevo, como instrumento de vigilancia policial, y hacer sentir a la población de que se encuentran en un panóptico de Bentham. Es lo más cercano a novelas de scifi como Snow Crash, en la que los policías se aparecen automáticamente allá donde aparece un delito.

Ya dijimos que a pesar de los muchos anuncios de marketing de drones repartidores de comida, aerotaxis, etc, la pandemia había demostrado que el mejor y más rápido uso que le habían dado los gobiernos a los drones, era el de vigilancia



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4/4/22

Shotspotter. Otra muerte en EEUU por una tecnología mal diseñada y la policía

El pasado 16 de marzo, absolvieron en EEUU al agente de policía Eric Stallman. Se le juzgaba por la muerte de Adam Toledo (13 años). ¿Qué pasó aquella noche? Acompañadme en esta historia de (mala) tecnología y la policía.


La base de esta historia es Shotspotter, una tecnología de una empresa que están instalando numerosas ciudades de EEUU. ¿En qué consiste? En la automatización y predicción de los crímenes. De nuevo, la policía en manos de manos privadas. Cómo no, con inteligencia artificial. ShotSpotter distribuye entre 20-25 micrófonos por milla cuadrada en las ciudades en las que se instala. Trata de identificar sonidos de disparos, y envía a la policía a esa posición. Todo esto tiene cuatro problemas:

1) Estos aparatos están instalados principalmente en barrios de ingresos bajos y población negra y latina. De esta manera, cada vez la policía acude más veces a estos barrios, y retroalimenta el sistema.

2) Shotspotter se emplea como pruebas en procesos judiciales, pero nadie ha supervisado esa tecnología, ni la empresa ha declarado públicamente cómo reconocen los sonidos de disparos.

3) Se ha descubierto que esta compañía habitualmente manipula las pruebas para favorecer y avalar las versiones policiales, y se han demostrado varios tratos de favor. No solo esto, sino que la policía incluso ha tratado de culpar a otras personas de asesinato, pidiéndole a la empresa en cuestión que manipule las pruebas.

4) Algunas ciudades ya han dejado de emplear este sistema por el alto número de falsos positivos. Al principio, se identificó que un 88,7% de las visitas policiales, no tenían ningún arma involucrada y el software se confundía con los orígenes del ruido.


Aquella noche de los actos, la radio de la policía de Chicago envió a más de una veintena de agentes al número 2400 de South Sawyer Avenue. El sistema de micrófonos ha denunciado disparos de 8 armas distintas. 
La policía encontró a dos jóvenes. Nada más ver a la policía, se pusieron nerviosos y empezaron a huir. Ruben Roman (21 años) fue placado por Eric Stallman. Iba desarmado. La agente Corina Gallegos le retendrá, y mientras, Stallman, emprende la persecución del segundo sospechoso.

2.38 de la madrugada. Al final, el policía Eric Stallman acorrala a Adam Toledo. Éste, está contra una verja. El policía le grita que se gire lentamente y le enseñe sus manos. El joven, empieza volverse hacia el agente. Muy despacio. Todo está siendo grabado por diferentes cámaras que hay en la zona. Hace unos instantes, una de ellas le ha visto a Adam tirar un objeto detrás de una valla.

En 15 segundos eternos, muy lentamente, el adolescente se gira, se vuelve hacia el policía. No parece armado, no tiene nada en las manos, ni parece que tenga una actitud agresiva. 

Pero...



Un tiro.

El policía ha disparado a bocajarro a Adam Toledo, sin opción a que terminase de tirar el arma. Adam Toledo muere. 

De nuevo, otro episodio negro de discriminación, tecnología mal diseñada, y vigilancia policial.



REFERENCIAS

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29/3/22

Al menos 8 drones de reparto de Amazon han caído en el último año

El proyecto de reparto de drones de Amazon, el llamado Prime Air, parece estar maldito. El pasado agosto, la web de tecnología, Wired, alertaba del lento debacle y colapso de esta unidad de negocio (o esta idea empresarial, ya es que no sé ni cómo llamarlo), y que Amazon estaba despidiendo a mucha gente involucrada en este proyecto.

Pues parece que le están creciendo los enanos, ya que hace unos días, otra web, Business Insider, alertaba de que los drones de este gigante de internet estaban fallando mucho, y que al menos 8 de ellos habían caído a plomo en el último año. Esa información la ha conseguido por la documentación que Amazon ha tenido que presentar ante el regular del ramo en Estados Unidos.

Lo cual vuelve a demostrar, tal y como venimos insistiendo en este blog, que la tecnología ni es fácil, ni barata. Precisamente, yo estoy sospechando que estos fallos de navegación podrían ocurrir por la optimización de costes de estos aparatos, ¿quién sabe? El caso es que el cacareado sueño de Jeff Bezos, que ya tiene unos 10 años, de entregar los paquetes con drones en la puerta de casa, cada vez está más cerca de no cumplirse nunca.

Fuente

 ¿Os acordáis también el anuncio de Google, que celebraba los 100.000 envíos con dron en Australia? Nos hicimos eco de ello en este blog. Parecía que la compañía del buscador más famoso de Internet estaba consiguiendo esta hazaña técnica y económica, pero ¡oh, sorpresa! Google asume que si ellos tiran los precios por tierra, el resto de repartidores también tendrá que hacerlo. Probablemente entregan pedidos a pérdidas, y ellos se lo pueden permitir.

De todo esto, y de mucho más, como los drones bélicos de Ucrania, hablé con @josem_sgp, del blog de aviación Sandglass Patrol, en su podcast. Salió una tertulia entre amigos muy interesante.

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15/3/22

Guerra 'low cost': cómo Ucrania está usando drones contra Rusia

“¿Tenéis algún dron? ¡Dádselo a un piloto experimentado! ¿Sabes pilotarlo tú mismo? Entonces, ¡únete a la Unidad 112 de la Brigada Especial de Kyiv!".

Con estas palabras, el 24 de febrero, el ministro de Defensa ucraniano llamó a las armas a la población, mediante un mensaje de Facebook. El mandatario se refería a esos drones que puede comprar cualquier persona aficionada en multitud de tiendas por internet y supermercados. Los ucranianos se preparaban para una guerra de guerrillas, de ataques rápidos y sorpresa, con armas que cuestan unos 100 euros. Incluso países vecinos están haciendo donaciones de estos aparatos sin la intermediación de ningún gobierno. Y funcionan.

No es la primera vez que Ucrania emplea esta tecnología contra los rusos en los últimos años, y no con poco éxito. Desde el conflicto inicial del Donbás, los soldados pilotaban y manipulaban hábilmente estos aparatos para infligir pequeños daños a las tropas enemigas. Además, son tan pequeños que la defensa resulta difícil.

Hoy en día el ejército de Zelenski los está empleando para arrojar pequeñas bombas, sabotear líneas de convoys, defender fronteras y explorar el terreno. En el juego del miedo los ucranianos han desarrollado un pequeño dron de ala fija de estas características, que han bautizado como The Punisher (el Castigador). 

Además, esta tecnología está ayudando a la maquinaria de propaganda y en la guerra por el relato del conflicto, ya que la mayoría de estos pilotos están continuamente subiendo vídeos (verdaderos o falsos) a YouTube y Twitter, e intentando confundir al enemigo y demostrar que hay cientos de ojos mirándoles desde el cielo.



Una nueva forma de hacer guerra

Sin embargo, no todo es positivo para los ucranianos. Esta tecnología plantea escenarios de guerra totalmente impensables hasta ahora. Uno de los principales fabricantes de este tipo de aeronaves es la empresa china DJI, quien mediante GPS puede geolocalizar perfectamente en todo momento a cualquier piloto no experimentado.

Quizás, viendo la mala publicidad que puede recibir la empresa por el empleo de sus productos en este conflicto, DJI podría decidir deshabilitar la capacidad de vuelo de estos drones en territorio Ucraniano. O quizás le interese conocer precisamente esas posiciones y emplearlas con aviesas intenciones.

No solo son estos juguetes caros los que sobrevuelan los cielos en Ucrania actualmente, sino que hay un arma mucho más grande: los temidos drones turcos TB2 Baykraktar. Desde que comenzó el conflicto, el país de Zelenski ha reclamado numerosos ataques exitosos llevados a cabo con estos drones, atacando convoys de camiones y tanques.

Estas aeronaves han participado ya en numerosos conflictos bélicos, otorgando una ventaja abrumadora para el bando atacante. A pesar de que los rusos solo proveyeron de rudimentarias defensas a Armenia, éstas fueron aplastadas por los drones en el reciente conflicto de Nagorno-Karabakh. Por lo tanto, Ucrania no se lo ha pensado dos veces y está adquiriendo el mayor número de estas armas. Ahora mismo se estima que tiene una veintena.

Al contrario que los modestos drones de radiocontrol, este arma vuela a mucha mayor altitud, de manera casi invisible y con capacidad de arrojar bombas mucho más poderosas. Tanto es así, que en redes sociales circula una canción ucraniana con imágenes de ataques de estos drones al grito de Baykraktar.

Aparentemente, la ventaja que están dando estos drones turcos no es la vista en otros conflictos. Estas aeronaves son lentas, pesadas, están controladas por un operador humano y, lo más importante, cada una cuesta aproximadamente un millón de dólares, un precio muy bajo frente a otras armas. Eso hace que no sean invencibles para armas antiaéreas altamente sofisticas, con las que sí cuenta el ejército de Vladimir Putin.

Sin embargo, el hecho de que se sigan haciendo ataques desde el cielo demuestra que este entorno aún no ha sido dominado por ninguno de los dos ejércitos y que estos drones pesados, junto a los pequeños aparatos de radiocontrol, puede que estén frenando en gran medida el avance ruso.

Sin duda, deberíamos ser conscientes de que el arte de la guerra y su economía están cambiando. Estamos ante la primera guerra TikTok, en la que tenemos una gran abundancia de información falsa y verdadera, y que muchos de los ataques ocurren fuera de nuestra vista, mediante ataques cibernéticos. Todo esto y el auge del empleo de drones y robots quizás lleve a la reflexión de que inevitablemente nos dirigimos a guerras del futuro automatizadas, lowcost y, por lo tanto, con el gatillo mucho más fácil.

 

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation

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1/3/22

Reseña de La muerte del Artista

Uno de los twitteros que últimamente más me alegro de haber conocido es @carlosclavijo22. Son incontables las conversaciones de Twitter que hemos tenido y las ganas que tengo yo de desvirtualizarle, y entre los muchos datos que podría daros, ahí va uno muy exótico: es un gran guionista de cine y TV.

Y como su campo profesional y el mío no pueden ser más opuestos, me pica mucho la curiosidad las pequeñas clases artísticas que aprendo, y él fue el que me recomendó el siguiente libro para entender cómo es realmente detrás de las cámaras y fuera de los focos, el mundo del artista. A continuación, la reseña de La muerte del Artista (William Deresiewicz), de la editorial Capitán Swing.

Esta obra es un ensayo dividido en varios capítulos según diferentes disciplinas creativas: pintores, músicos, gente de cine, escultores... en los que en cada uno de ellos, el autor desbroza todos los males que aquejan a esta profesión, y que la abocan a la agonía. O quizás, mejor dicho, aboca a la muerte del Arte tal y como se debería entender: sin presiones, libre, con creatividad, y capaz de provocar emociones.

El libro comienza hablando de mantras muy extendidos entre la población y los artistas, y es que a menudo atribuimos que ser artista equivale a no pensar en el dinero. "Soy tan afortunad@ por trabajar en lo que me gusta, que me da igual no cobrar". ¿Os suena? Algo muy parecido ocurre en el mundo científico, aunque el libro no se centre en ello. Pero volvamos al hilo:

Para poder desarrollar una carrera artística, se necesita unos años para poder encontrar un estilo propio, y desarrollar algunas obras de arte para poder exponerlas, venderlas o lo que sea. El problema es qué ocurre en el transcurso de esa época no productiva. ¿De qué viven los artistas? ¿A qué se dedican? ¿Qué hacen los artistas cuando las ciudades más atractivas para su inspiración tienen alquileres cada vez más y más caros? Como resultado, la realidad es que los creativos que sobreviven, no son los buenos, sino los que pueden permitirse vivir sin esos ingresos recurrentes, o cuyas familias han podido pagarles una escuela en la que logran contactos influyentes. Y a pesar de eso, en muchos casos, malviven, y dependen de fundaciones, becas u otras instituciones que les permiten financiarse, y que en la mayoría de casos, condiciona su tipo de arte para poder subsistir. No es un arte libre.

El libro también dedica un amplio análisis a esa creencia impuesta desde fuera de que con una cámara, o con un equipo de música de ordenador, todo el mundo es artista. ¡Sal, y vende! Y de eso nada, ya que en esa pelea en el barro, solo sobresale uno entre un millón, tal y como le pudo pasar a Ibai Llanos, y ese exceso de oferta creativa está tirando los precios. De manera que se descubre que plataformas como Spotify o Apple Music siguen la regla de Pareto, por la cual unos pocos artistas se llevan la mayoría de ingresos, y que esos artistas son muy escuchados, porque antes de existir Spotify, ya eran famosos.

No os quiero destripar el libro, pero ha sido muy revelador. Yo no sería capaz de escribir un libro así, sin caer en la repetición y sopor constante, así que por esa habilidad de ser ágil, informativo y entretenido, le doy 5 estrellas.

¿Qué libros estáis leyendo ahora mismo?

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13/2/22

Empresas de drones, SPACs y tipos de interés

En 2021, hubo un gran repunte de inversión en empresas de drones y aero-taxis (no sé si sabéis que la apuesta por el I+D en España es tan potente, que en Madrid Villaverde han construido una zona de pruebas para distintos negocios de drones). 

Sin embargo, estas inversiones se realizan en empresas que no dan beneficios ni tienen ningún tipo de operatividad. ¿Cómo es eso? En el siguiente gráfico podéis ver cómo la inversión en empresas de aero-movilidad se ha disparado, pero esto tiene un cierto truco. Y esa magia, se llama SPAC, y están dominando todas estas empresas de movilidad aérea.

Fuente

Las SPAC aparecieron en Estados Unidos en la década de 1990, país en el que han tenido un creciente protagonismo (particularmente a partir de 2020). Muchas de estas empresas están apadrinadas o promocionadas por alguien famoso, como la de Donald Trump. Sin embargo, una SPAC aún no genera nada. Repito: ¿cómo es eso?

Pongamos que tenemos una empresa (de drones, o aerotaxis) sin actividad operativa, sin beneficios, y que cotiza en el libre mercado, y se lanza al mercado bursátil como una SPAC. Una empresa de adquisición de propósito especial (SPAC) es una empresa creada con el único propósito de recaudar fondos mediante su OPV, para después usar ese dinero para adquirir y fusionarse con una empresa privada. Es decir, una SPAC tiene como «patrocinadores» iniciales a capitalistas de riesgo, fondos de alto riesgo y otras entidades corporativas.

En muchos aspectos, las SPAC son empresas fantasmas porque no suelen llevar a cabo negocios propios. Su única misión, por así decirlo, es encontrar una empresa privada con altas perspectivas de crecimiento, y sacarla a bolsa mediante lo que a veces se denomina como una adquisición inversa. Y el dinero que les hace falta para comprar a la otra empresa privada, son el resto de inversores. Sin embargo, estos nunca sabrán qué empresa se intenta absorber, hasta el último momento, en el que habrá que votar. 

Muchas webs especializadas advierten de la opacidad de este tipo de entramados empresariales. Lo más normal es que las SPAC terminen sin poder comerse a ningún otro pez. Con lo cual, la inversión se deshará y los inversores en el mejor de los casos, solo habrán perdido el dinero de las comisiones. Y en el caso positivo, en el que sí que haya una compra de otra empresa para sobrevivir, el promotor de la SPAC (es decir, el famoso) siempre se llevará mucha más pasta que los accionistas rasos. Lo explican en esta web y en esta.

En todo este juego de apuestas, los años 2020 y 2021 han sido clave, ya que los tipos de interés estaban por los suelos, y había mucho dinero en el sistema financiero para invertir en la Bolsa. Una vez explicado el instrumento financiero, ¿qué tiene que ver esto con la movilidad aérea?

Las empresas de drones y aerotaxis necesitan de muchísimo capital para desarrollar sus prototipos y futuros productos. Toda la inversión que reciben, la emplean en el trabajo de desarrollo, que es carísimo.

Por lo tanto, el juego se basa en crear unas expectativas altísimas, un hype, sobre estas empresas, con la esperanza de que reciban una gran financiación pública y privada, y así, puedan absorber otros negocios más estables que les permitan sobrevivir.

Recordemos que esto ocurre porque la idea de negocio de estas empresas es tan peregrina, que ningún banco serio les daría un crédito a estas startups. Por lo tanto, la clave es que estos negocios siempre estén en la palestra y nunca baje el soufflé. Por supuesto, los gobiernos de EEUU y otros países están  contentos con estas herramientas financieras, ya que creen que favorecen la innovación y la inversión en empresas disruptoras que les puede llevar a tener empresas líderes. Lo de siempre, creatividad implica una destrucción y construcción instantánea.

Y ahora que los tipos de interés están subiendo, y no hay tanto dinero en el mercado como para invertir en startups, SPACs y otros instrumentos más peregrinos, quizás vengan curvas.


ACTUALIZACIÓN (14 febrero)

Ya no cuesta nada encontrar noticias de cuánta gente corriente está perdiendo dinero en las SPAC y cómo la burbuja se está desinflando:

- How millenial investors lost millions on Bill Ackman's SPAC (Institutional Investor, agosto 2021)

- Las SPAC: La carrera para hacer super ricos a los millonarios (Bloomberg, junio 2021)

- Las SPAC caen en picado y anuncian pérdidas multimillonarias (The Street, enero 2022

- Las SPAC se hunden. Los inversores piden su dinero de vuelta (WSJ, enero 2022)


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