En películas o relatos de ciencia ficción seguro que muchos han oído eso de que el sabor de las comidas no está en el alimento, sino en el cerebro, algo así como en Matrix. Y puede que sea verdad, ya que unos investigadores japoneses han desarrollado el proyecto Meta Cookie. Lo primero que hay que decir es que se trata de un proyecto de realidad aumentada, no de neurología.
El proyecto se basa en que una persona se pone un casco con visión de realidad aumentada y sujeta una galleta de verdad, comestible (ver foto superior). Esta galleta lleva impreso un marcador (en forma de L como se ve en la imagen) que es detectado por el algoritmo informático, de tal manera que lo que el voluntario del experimento ve es una galleta distinta de la que tiene en la mano. Por ejemplo, una galleta glaseada o de chocolate. Y al mismo tiempo, el casco envía unos olores hacia la nariz de la persona. La realidad aumentada y los olores pueden crear la ficción de varios tipos de galleta, de manera que aunque el individuo siempre coma la misma sustancia, él piense que está probando galletas distintas. Como siempre, una imagen vale más que 1kPalabras y un vídeo más que 1MPalabras, así que ahí va:
Los campos de aplicación de la realidad aumentada son muchos. En el caso de Meta Cookie, el proyecto en sí no será aplicable a la industria lógicamente, pero uno similar podría servir para recrear ambientes de manera más fidedigna. Hoy en día para hacernos ver entornos en realidad virtual, básicamente solo se usa el sentido de la vista, ¿quién sabe si dentro de unos años no se podrán emplear todos los sentidos?
Vía sciblogs
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