La frase del título de este post no es utópica, ni fingida. Es el testimonio de una señora de Florida encerrada en cuarentena, y podéis ver su testimonio en el siguiente vídeo:
En él se citan otras frases que me han llamado la atención:
- She looks at me and says 'Good morning!' (me mira y me da los buenos días)
- I'm not living alone now. I'm in quarantine with my best friend (ya no estoy sola. Estoy en cuarentena con mi mejor amigo)
No estoy en este artículo para juzgar nada. No es bueno, ni malo. Simplemente, ese robot, con mi poca apariencia de humano, está haciendo compañía a una señora, y ella está agradecida. Me parece un logro fundamental de la tecnología. Por aquí ya comentamos el papel de la tecnología en la distopía social global que estamos viviendo. Nuestro encierro (y me incluyo totalmente) no hubiera sido el mismo sin redes sociales y un terminal de teléfono móvil.
No es la primera vez que los medios de comunicación se dan cuenta de la relación especial entre gente que se siente sola y la tecnología. Alexa, el asistente de voz de Amazon, a lo largo de 2017 recibió más de un millón de peticiones de matrimonio. Los usuarios le cuentan secretos, confesiones, cotilleos... como fenómeno de interacción humano-máquina, me parece espectacular. Y creo que debería de empujar hacia una mayor responsabilidad de derechos digitales de las empresas propietarias de estas tecnologías.
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