Inteligencia artificial, robótica, historia y algo más.

31/8/20

"Tengo 80 años y he pasado la cuarentena con mi mejor amigo: un robot"

La frase del título de este post no es utópica, ni fingida. Es el testimonio de una señora de Florida encerrada en cuarentena, y podéis ver su testimonio en el siguiente vídeo:

 

 En él se citan otras frases que me han llamado la atención:

- She looks at me and says 'Good morning!' (me mira y me da los buenos días)
- I'm not living alone now. I'm in quarantine with my best friend (ya no estoy sola. Estoy en cuarentena con mi mejor amigo)
 
No estoy en este artículo para juzgar nada. No es bueno, ni malo. Simplemente, ese robot, con mi poca apariencia de humano, está haciendo compañía a una señora, y ella está agradecida. Me parece un logro fundamental de la tecnología. Por aquí ya comentamos el papel de la tecnología en la distopía social global que estamos viviendo. Nuestro encierro (y me incluyo totalmente) no hubiera sido el mismo sin redes sociales y un terminal de teléfono móvil.




No es la primera vez que los medios de comunicación se dan cuenta de la relación especial entre gente que se siente sola y la tecnología. Alexa, el asistente de voz de Amazon, a lo largo de 2017 recibió más de un millón de peticiones de matrimonio. Los usuarios le cuentan secretos, confesiones, cotilleos... como fenómeno de interacción humano-máquina, me parece espectacular. Y creo que debería de empujar hacia una mayor responsabilidad de derechos digitales de las empresas propietarias de estas tecnologías.
 
Os recomiendo ver Her, la película, protagonizado por Joaquin Phoenix. Enseguida entenderéis qué fácil tenderéis a empatizar, y a algo más, con una voz sintética inteligente.
 
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24/8/20

Reseña del libro Armas de destrucción matemática

Seguro que habéis escuchado la polémica de que Amazon solo contrataba hombres para sus almacenes. O que una herramienta informática del sistema de justicia de EEUU, llamada COMPAS, penalizaba a las minorías étnicas y a los afroamericanos a la hora de dictar sentencias inculpatorias. 

Se trata de los algoritmos de decisión automática. El auge silencioso del empleo de reglas, datos y criterios subjetivos de una serie de empresas y gobiernos, para decidir por nosotros en aspectos tan relevantes como:  

- ¿Mereces el crédito del banco que has solicitado? 

- ¿Según las respuestas del test psicotécnico que has respondido para esa oferta de trabajo, pasas a la siguiente fase de selección de personal? 

- ¿Cuánto te cobrará tu seguro de coche, según cómo conduces?

A menudo se oye que estos algoritmos recogen el reflejo mismo de la realidad, y en consecuencia, obran según ese escenario. No es que el algoritmo esté sesgado, sino que la realidad lo está, y no es ideal.

El libro Armas de destrucción matemática (Capitán Swing), es una gran obra bajo la pluma de Cathy O'Neil, quien se dio cuenta del abuso de estas herramientas matemáticas allá por 2011, cuando trabajaba en un fondo de inversión. O'Neil no opina sin criterio, sino que es doctora en matemáticas por la universidad de Harvard. El libro está estructurado en capítulos sueltos, a lo largo de los cuales estudia un tipo de problema dominado por estas cajas negras de matemáticas.

Reseña de Armas de destrucción matemática
Imagen del libro (Capitán Swing)

 

Uno de sus capítulos se basa en responder a la siguiente pregunta: ¿En qué se basan los actuales algoritmos de predicción de crímenes que emplea la policía de numerosas ciudades en el mundo para decidir qué barrios patrullar con más intensidad? ¿Cuál es la consecuencia en esos barrios? 

La respuesta corta es que se mediante estos sistemas digitales, se están perpetuando la presencia policial en barrios humildes, y en esos barrios, los agentes no previenen asesinatos ni atracos, sino que debido a su mayor presencia, arrestan a trapicheros cualquiera de droga, a chavales que molestan y rompen cristales... haciendo que la espiral de malestar contra la policía en esos barrios sea aún mayor, y condenando a sus ciudadanos a repetir su historia de pequeños delitos una y otra vez.

Otra pregunta: ¿qué se logra haciendo que en los rankings de universidades internacionales aparezcan en los primeros lugares siempre las mismas? ¿Qué motivaciones tienen los que no están en esas posiciones para mejorar? ¿Cuál es la evidencia de empleabilidad de esas universidades del podio, frente a otras universidades más económicas, ocultas en la larga lista? ¿Qué universidades recibirán más y menos financiación económica de las instituciones, perpetuando el ranking  sin dar opción a plantear una reordenación?

El libro Armas de destrucción matemática me ha parecido una joya maestra, que explica en un lenguaje sencillo y de lectura fácil, que los algoritmos es una herramienta para la perpetuación de desigualdades y estructuras de poder. Creo que es una obra imprescindible para entender un gran debate que como sociedad tendremos en muy poco tiempo.

¡Feliz lectura!


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17/8/20

Surgen cámaras de reconocimiento facial absurdas por encima de nuestras posibilidades

Las expresiones fáciles son algo muy engañoso, y voy a intentar explicarme. Los humanos creemos que viendo qué músculos de la cara mueve otra persona, podemos adivinar su estado de ánimo, humor o intenciones. Es una teoría que tiene su origen en el siglo XIX, con el ínclito Charles Darwin. Tras su obra maestra, El Origen de las Especies, Darwin escribió en 1872 un libro cuyo título rezaba Las expresiones y emociones de los humanos y los animales. En él, describía las expresiones faciales de los chimpancés, y ese antropomorfismo donde parecía que tuviesen gestos como la risa o el miedo, parecidos a nosotros.

Posteriormente, el que le dio el espaldarazo a esta disciplina fue el psicólogo norteamericano Paul Ekman, quien a través de observaciones en diferentes culturas indígenas durante la década de los 60 y 70, llegó a la conclusión de que la relación entre expresión facial y sentimiento de una persona, era una constante universal. Esta teoría también se recoge en la premiada obra de Edward O. Wilson, Consilience, la Unidad del conocimiento humano. 
 
Sin embargo, nuevas investigaciones están demostrando que esta teoría tiene unos pies de barro. En 2018, la también psicóloga, Rachael Jack, realizó un experimento en el que contó con la ayuda de personas de origen caucásico y asiáticos, y la pregunta que realizó a los 80 participantes voluntarios fue: ¿es la expresión de estas personas de estar teniendo un orgasmo, o no?

En ese experimento, quedó claro que los participantes conocían las expresiones de dolor entre caucásicos y asiáticos, pero no estaban tan de acuerdo en la imagen del placer. Por lo tanto, esto empieza a demostrar que las expresiones y el sentimiento de cada persona no es una constante universal.

Fuente: Pexels


Aún así, esto no ha evitado que los gobiernos y las empresas contemplen la cara como el espejo del alma. Incluso muchos sistemas judiciales occidentales, tienen en cuenta la interpretación de la semblanza del acusado en un juicio.

Y no solo nos quedamos aquí, sino que ahora, en la época de la vigilancia masiva y automatización, las grandes empresas tecnológicas se han lanzado a desplegar complejos sistemas de cámaras de reconocimiento facial a partir de complejos algoritmos y patrones. En ellos, se trata de buscar si el sujeto tiene aviesas intenciones, esconde algo, su orientación sexual, posibilidades de cometer un crimen en el futuro, entre otras lindezas.

Los científicos se han lanzado contra estos sistemas argumentando su poca evidencia científica. La interpretación de las caras es una cuestión muy compleja. Recientemente, en un estudio del Mit Media Lab, aseguraron que el software de identificación de caras proporcionado por tres compañías tenía una tasa de error de entre el 21% y el 35% si eras mujer de piel oscura. Sin embargo, la tasa de error era de menos de un 1% si eras varón de raza blanca y piel pálida.

Por lo tanto, queda bastante claro que actualmente, esta relación entre el espejo del alma y los sentimientos es muy difusa, y los estudios que se siguen publicando van en la dirección de desmitificar las ideas de Paul Ekman, de su lenguaje universal.

Los científicos dicen que estos instrumentos de control son un atropello y que perpetúa las desigualdades y los prejuicios que este tipo de sistema se empleen. Hay impactos más suaves que otros. Por ejemplo, una empresa de consumo, donde pueden intentar adivinar cuánto vas a gastar o qué tipo de productos te gustan. Pero este tipo de tecnologías aplicadas a ámbitos con un mayor impacto en la vida es un total abuso. Como que el banco decida tu futuro carácter de moroso con una cámara automática.



Referencia:

Heaven, D. (2020). Why faces don't always tell the truth about feelings. Nature, 578(7796), 502-504.
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9/8/20

Facebook: ¿qué hay después de la huida de los anunciantes?

Hace un escaso mes y medio que algunas grandes compañías, encabezadas por Unilever, decidieron retirar su publicidad de Facebook (y de Twitter, aunque no se oiga tanto) como protesta por la inacción de ambas ante el discurso del odio. Posteriormente vinieron otros pesos pesados, como Coca-Cola, Microsoft y Starbucks. Inmediatamente, las acciones en Bolsa de Facebook se desplomaron un 8% y las de Twitter, un 7%.

No solo eso, sino que el 19 de julio, otra empresa que inyectaba una buena cantidad de dinero en la red social de Mark Zuckerberg, Disney, retiraba su publicidad (solo en Facebook). A partir de estos hechos, ríos de tinta corrieron por las redes sociales y medios de comunicación. Y llegamos a este humilde blog, donde he querido compartir con los lectores algunas reflexiones. Una vez se han calmado las aguas tras estas bombas, ¿qué han hecho estas plataformas? ¿Volverán los anunciantes?

 

Stop Hate for Profit
Campaña de Stop Hate for Profit

 

Me centraré en la Plataforma de La Mano. La cantidad económica que estos mastodontes empresariales aportaban a la Red Social no le hiere de muerte, ni mucho menos. Tal y como dicen en este artículo, Facebook no es otra empresa más. Hay que compararla con la economía de un gran país. Lo que han dejado de aportar esos anunciantes ha sido un 6% de los ingresos publicitarios de la compañía. Personalmente, creo que Unilever condenó y marcó el camino al resto de anunciantes. En una época donde las multinacionales tienen a sus valores y principios morales bajo una lupa ciudadana más exigente que nunca, Unilever dio un golpe de efecto para el resto de anunciantes.

Ahí va mi predicción: en unos meses, Facebook anunciará una super-mejora de su política de contenido. Volverá algún gran anunciante, como Coca-Cola, y tras este gesto, el resto de empresas se verán 'forzadas' a volver también. A fin de cuentas, ellas también se ven beneficiadas del marketing personalizado que logran gracias a las redes sociales. De hecho, muchos anunciantes ya están volviendo.

¿Qué ha hecho realmente Mark Zuckerberg tras la salida de estos sponsors? Él mismo publicó un post en el que anunciaba varias medidas para afrontar el problema. Prometió que prohibirá anuncios que usen como chivos expiatorios a las minorías, inmigrantes, grupos raciales u otros grupos como parte de una campaña más amplia contra los discursos de odio. Y además, que lucharán contra la supresión del voto y crearán nuevos estándares para detectar ese tipo de publicidad que incita al odio. La empresa pasó por peores momentos tras el escándalo de Cambridge Analytica, sin lugar a dudas.

Lo cierto es que Facebook es una empresa peculiar. Está llamada a ocupar un papel muy destacado en cómo cohesiona y articula la sociedad, al igual que los medios de comunicación en su momento. Además, Mark Zuckerberg tiene el poder total sobre la compañía, y puede hacer y deshacer lo que considere oportuno. Probablemente, su visión sea caminar siempre por el filo de la navaja entre la exaltación de sentimientos (violentos o no) y defensa de los usuarios. En este hilo de Twitter, podéis apreciar lo fuerte que está aún esta plataforma, por muchas nubes negras que quieran crear alrededor de ella.

Y fijaos también cómo ha evolucionado la cotización bursátil de Twitter y Facebook. En rojo he marcado las salidas de los anunciantes. Como veis, han vuelto o incluso superado el valor previo a ese punto.

Cotización de Twitter
Cotización de Facebook

Hace más de un año, Disney y Nestlé retiraron su publicidad de YouTube, y no parece que haya cambiado nada sustancialmente. Como dice el periodista de tecnología, Jordi Pérez Colomé: "mucho ruido y pocas nueces". Y mucho cinismo y boquita pequeña de los anunciantes, añadiría yo. 

Cada vez siento más que las noticias de Grandes Palabras y las empresas que hacen anuncios a bombo y platillo, nos toman por idiotas.

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8/8/20

Anna Lawson. Superando barreras en la docencia

Seguramente, el nombre de ‘Anna Lawson’ no diga nada. Podría haber elegido otros muchos nombres para contar lo que vais a leer en las siguientes líneas.

Nuestra protagonista es profesora de Derecho en la Universidad de Leeds, y su trayectoria académica y profesional es digna de admiración. Quizás lo sea más aún tras revelar que todo lo ha conseguido a pesar/gracias a su ceguera severa. Concretamente, en 2014 se convirtió en la primera profesora ciega universitaria de Derecho en Reino Unido.

Habrá quien ahora se esté preguntado ‘¿y cómo da clase?’, ‘¿y cómo estudió la carrera?’. Para el que escribe el artículo, la respuesta es que ‘eso da igual’. La realidad es que Anna, y otras muchas personas, han demostrado que esta meta es factible. Y para los curiosos, unas veinte personas de su entorno se dedicaron a grabar libros y artículos en cintas de audio para que ella pudiera estudiar. 

He dicho que hay ‘otras muchas personas’, y es verdad. Anna Lawson ha sido mi elegida para el título del artículo, pero hay muchas más, como Sheena Iyengar, en la Columbia Business School y también invidente. O como Judith Heumann, la primera profesora en silla de ruedas en Nueva York, portada de la revista Time en 1977.

Sin embargo, este artículo no solo va de mujeres, sino de la reivindicación de que tenemos que lograr que cada vez menos tipos de discapacidad impidan a una persona lograr sus objetivos.

En el ámbito educativo, se ha avanzado muchísimo en la inclusión de alumnado con algún tipo de minusvalía. La tecnología ha contribuido a eliminar muchas barreras, pero estas herramientas no tendrían significado, si no fuera por una sociedad convencida de su integración. Y es que este tipo de estudiantes no son una excepción en el sistema. En Estados Unidos durante el curso pasado, se incluían 7,1 millones de alumnos entre los 3 y 21 años con algún tipo de discapacidad.

 Sin embargo, según se reivindica en webs académicas, aún la incorporación laboral a la universidad de este tipo de profesionales sufre discriminaciones, y quedan aún barreras por derribar. Y no debemos poner como excusa la pregunta ‘¿cómo desempeñarán su función?’. Lo harán. ¿Cuántos de los lectores sabían que Euler vivió gran parte de su vida con visión en un solo ojo en pleno siglo XVIII, y quedó definitivamente ciego a los 59 años?

Porque la grandeza de una sociedad se demostrará con la eliminación de barreras por parte de todos, y la igualdad de oportunidades, sin importar el origen, raza, identidad sexual, religión, edad o discapacidad.

 

Este artículo fue originalmente publicado en el blog MujeresConCiencia. Un blog sobre mujeres (a menudo olvidadas) que inspiraron y marcaron la historia de la Ciencia.

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2/8/20

Leyes de antimonopolio. Historia de cómo hemos llegado a las Big Tech

Estos días están acudiendo a declarar al congreso de EEUU las principales empresas tecnológicas del país por acusaciones de monopolio y de dominio de mercado. Estos imperios tecnológicos son Google, Amazon, Facebook y Apple. Una explicación bastante detallada de lo que está pasando la da en un hilo Hugo Sáez, quién ya nos tiene acostumbrados a sus completos hilos.

Sorprende que no aparezca Microsoft entre estas empresas, pero tiene su explicación. Parece que Microsoft ya está escarmentado en cómo evitar al regulador y tener un perfil bajo.

Es un tema que me interesa, ya que puede cambiar totalmente las reglas de la competencia y la realidad de estas empresas. Es una comparecencia histórica de unas empresas dominantes en el Congreso de EEUU.



CEOs de Facebook, Google, Apple y Amazon

Sin embargo, hoy escribo no por el futuro de las leyes antimonopolio, sino por el pasado. Como ya sabrán los lectores de esta bitácora, me interesa mucho el contexto en el que surgen las ideas y las iniciativas emprendedoras. Como defendí hace unos días, son leyes y conflictos bélicos del pasado lo que ha hecho que Holanda esté ahora en una posición económica dominante en Europa, por ejemplo. ¿Y qué es lo que ha hecho que hayamos llegado a que las denominadas empresas GAFA declaren ante sus señorías? Para ello, tenemos que remontarnos a la historia del hombre que lo cambió todo en la ley antimonopolio. La historia de Robert Bork:

Estamos en 1882, cuando se fundó Standard Oil, compañía de petróleo. Se estaba convirtiendo en un gigante bajo el mando del todopoderoso John Rockefeller. Las autoridades pensaban que acapararía demasiado poder, por lo que el Gobierno en 1892 ordenó que el gigante se dividiera en empresas más pequeñas.

Tras unos tira y aflojas, ese imperio se dividió. Pero siguió estando bajo el paraguas de Rockefeller realmente. Algunas de esas empresas hoy en día son Exxon, BP, Texaco o Mobil Oil, entre otras. El gobierno tomó una actitud cada vez más intervencionista en la economía y multaba a empresas grandes que compraban a empresas pequeñas, por ejemplo. Es decir, parecía que se quería dejar el mercado lo más estático posible, con los actores que existían en ese momento. O que por lo menos, las caídas y auges de ellos, solo dependiera de ellos.

Rockefeller y el antimonopolio
John Rockefeller y el antimonopolio


Pero todo esto cambió en 1978, cuando un licenciado en Derecho llamado Robert Bork publicó The Antitrust Paradox. ¿Quién era este hombre? No era un cualquiera, sino que era un juez y profesor de universidad, que ocupó distintos cargos en la Administración.

Básicamente, la filosofía de Robert Bork decía:

'el gobierno interviene demasiado. Multando fusiones de empresas, lo que estamos haciendo es defender a otras empresas y competidores. Y lo que hay que hacer es defender a los consumidores'.

Robert Bork estudió con los Chicago Boys, los chicos de la economía liberal de la época, y eso le influyó enormemente. El protagonista de nuestra historia defendía que el mercado se autorregulaba. Que aunque se juntasen dos empresas que acaparaban el 80% de la cuota de mercado, el cliente era suficientemente inteligente y libre para decidir ir a comprar a otro establecimiento, si el precio no era atractivo. Es decir, creía en un mercado super eficiente. Algo que a la larga se ha demostrado que no lo es tal.

Bork no sabía que sus ideas económicas fueran a cambiar el mundo empresarial tal y como lo hicieron, pero ahora vivimos en esa Era de leyes antimonopolio. Sin ese tipo de leyes y doctrina legal, las Big Tech no hubieran podido crecer tanto ni comprar tantas empresas competidoras.

Así que el debate que se presenta estos días no es solo legal y financiero, sino también es ético y filosófico. ¿Cómo entendemos la competencia, o la economía?





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