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5/12/23

La ciencia corrobora de nuevo que no hay relación entre depresiones y el uso de internet

Una revisión científica exhaustiva de los hábitos de uso de Internet, en el que han participado dos millones de personas, ha revelado que no existen pruebas concluyentes de que el uso de pantallas e Internet, como la navegación por redes sociales y los juegos, sean perjudiciales para la salud mental. A pesar de la preocupación generalizada y de los prejuicios populares que sugieren que las aplicaciones móviles podrían estar relacionadas con la depresión y la ansiedad, los investigadores del Oxford Internet Institute, que han llevado a cabo el estudio más amplio de este tipo en sus propias palabras, no han descubierto ninguna prueba que corrobore la idea de que determinados grupos sean especialmente vulnerables a estas influencias tecnológicas. Por suerte, el estudio es de libre acceso.

No obstante, Andrew Przybylski, profesor del instituto afiliado a la Universidad de Oxford, señaló que en la actualidad "faltan" los datos cruciales necesarios para establecer una conexión causal, y subrayó la necesidad de una mayor cooperación por parte de las empresas tecnológicas. Subrayó que si ciertas aplicaciones tienen efectos perjudiciales para la salud mental, sólo las empresas responsables de su desarrollo poseen los datos de los usuarios capaces de confirmar tales afirmaciones.

En mi opinión, el extracto más importante (traducción libre y ligeramente simplificado por mí) del artículo es este:

A continuación, para responder a nuestra pregunta principal de investigación, examinamos las asociaciones dentro de los países entre la adopción de la tecnología de Internet y la salud mental. No observamos asociaciones creíbles (con un nivel de seguridad del 95%) entre la adopción de Internet y la ansiedad, la depresión o las autolesiones. Del mismo modo, las suscripciones per cápita a la banda ancha móvil no eran predictores creíbles ni de la ansiedad, ni de la depresión, ni de las autolesiones. Estos resultados sugieren que, en igualdad de condiciones, la adopción de Internet (móvil) a nivel nacional no predice la salud mental.


Este estudio viene a validar, una vez más, la tendencia científica de restar importancia al efecto de Internet en la salud mental de las personas (más información aquí, aquí o allí). ¿Por qué entonces los medios de comunicación y los políticos siguen defendiendo lo contrario y clamando contra el mal hecho pantallas (y estudiantes)? En España estamos viviendo ahora un intenso escándalo contra el uso de los smartphones en los colegios, precisamente, y el mito popular está dominando claramente el debate.

Ojo, el diablo está en los detalles, y el estudio no niega el efecto de las redes sociales en la salud mental. Ese es un tema distinto del uso de Internet, y yo estoy a favor de regular X (Twitter), Instagram, Facebook o las aplicaciones de citas, por ejemplo.

El recomendable blog Play Makes Us Human recogía hace unas semanas varios estudios de revisión centrados únicamente en las redes sociales y los problemas de salud mental, y sorprendentemente para mí, en todos los artículos de investigación que citaba no había ninguna evidencia clara entre los problemas de salud mental de los adolescentes y las redes sociales. En palabras del profesor:

Ninguno de ellos explica el gran aumento reciente de suicidios (u otros índices de sufrimiento mental) en adolescentes. Los efectos muy pequeños hallados en algunos de los estudios se han exagerado en los medios de comunicación de forma que aumentan los prejuicios populares. Es hora de que los investigadores comuniquen claramente estos resultados al público. Quitarles los teléfonos inteligentes o las redes sociales a los niños no supondrá un cambio importante en sus elevadas tasas actuales de ansiedad, depresión y suicidios.


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