El proyecto de reparto de drones de Amazon, el llamado Prime Air, parece estar maldito. El pasado agosto, la web de tecnología, Wired, alertaba del lento debacle y colapso de esta unidad de negocio (o esta idea empresarial, ya es que no sé ni cómo llamarlo), y que Amazon estaba despidiendo a mucha gente involucrada en este proyecto.
Pues parece que le están creciendo los enanos, ya que hace unos días, otra web, Business Insider, alertaba de que los drones de este gigante de internet estaban fallando mucho, y que al menos 8 de ellos habían caído a plomo en el último año. Esa información la ha conseguido por la documentación que Amazon ha tenido que presentar ante el regular del ramo en Estados Unidos.
Lo cual vuelve a demostrar, tal y como venimos insistiendo en este blog, que la tecnología ni es fácil, ni barata. Precisamente, yo estoy sospechando que estos fallos de navegación podrían ocurrir por la optimización de costes de estos aparatos, ¿quién sabe? El caso es que el cacareado sueño de Jeff Bezos, que ya tiene unos 10 años, de entregar los paquetes con drones en la puerta de casa, cada vez está más cerca de no cumplirse nunca.
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¿Os acordáis también el anuncio de Google, que celebraba los 100.000 envíos con dron en Australia? Nos hicimos eco de ello en este blog. Parecía que la compañía del buscador más famoso de Internet estaba consiguiendo esta hazaña técnica y económica, pero ¡oh, sorpresa! Google asume que si ellos tiran los precios por tierra, el resto de repartidores también tendrá que hacerlo. Probablemente entregan pedidos a pérdidas, y ellos se lo pueden permitir.
De todo esto, y de mucho más, como los drones bélicos de Ucrania, hablé con @josem_sgp, del blog de aviación Sandglass Patrol, en su podcast. Salió una tertulia entre amigos muy interesante.