Hacía tiempo que llevaba leyendo sobre drones y el papel que están teniendo en varios conflictos bélicos a lo largo del mundo. Si no me creéis, buscad un poco por Internet, y os sorprenderá.
Muchos cielos están amenazados por naves voladoras no tripuladas, que a menudo disparan sin que nadie les espere, y habiendo recibido la orden de un soldado militar a miles de km de ese punto. Y a este cuento, me leí el libro Drone Theory, de Grégoire Chamayou.
El libro me ha gustado mucho. El autor es investigador en filosofía, y esto marca totalmente el hilo expositivo del libro.
Yo divido la obra en tres partes. En primer lugar, el autor explica desde cuándo se empezaron a desarrollar este tipo de máquinas de guerra, y por qué. Quizás sea la parte en que yo más interesado estaba. A continuación, la segunda parte es la justificación política de emplear este tipo de armas. ¿Cómo puede justificar una nación que emplea drones de manera justa frente a sus ciudadanos? ¿Es ético emplearlos a costa de conseguir 0 víctimas en ese bando? ¿Cómo justificar enfrentarse a países con menor desarrollo tecnológico que se ven arrasados e indefensos ante este arma?
En tercer lugar, y quizás la más extensa y profunda, son los dilemas éticos que presenta el uso de drones en el juego de la guerra, y las implicaciones psicológicas para todos. Alguna población que sienta drones sobrevolando sobre ellos, vive en permanente miedo, pero el soldado que tiene que decidir pulsar un botón a miles de km para matar a alguien también sufre serios problemas mentales. En el juego de la guerra, el que está dispuesta a matar, también está dispuesto a morir, pero con los drones esto se ha vuelto totalmente asimétrico, ya que aquí, el bando atacante apenas fallece. El emblema del Reaper parece que sea un aviso tétrico y de aplastamiento: que mueran los otros.
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