En las fechas en las que a mí me entró el gusto por aporrear las teclas del ordenador y leer sobre seguridad informática, los consejos de seguridad en esencia, diferían poco de los actuales. En aquella época de módems de Internet que crearon una de las bandas sonoras de nuestras vidas, esas lejanas entrevistas y consejos de Una al Día ya insistían en no clicar en todos los enlaces, el phising, contraseñas de correo seguras, etc.
Con el Big Bang de las redes sociales, que aunque no lo creamos, no estaban ahí hace tanto tiempo, los consejos se ampliaron a 'ojo con lo que publicamos en las redes sociales'. La mayoría de usuarios opina que estas sabias palabras no merecen de su atención, y así se ve lo que se ve por Instagram, Facebook, y ya saben los lectores cuáles más.
Pero luego te encuentras con que cada vez más empresas husmean el perfil de los candidatos a sus puestos de trabajo o los bancos a la hora de concederte un préstamo. Posiblemente mucha gente aún piense que el sacrificio de ocultar su última escapada de fin de semana no compense la incorporación a una empresa. Ya intentará entrar en otra entidad.
En este hambre voraz del contenido de tus redes sociales, conocí hace poco que incluso el patrón de todos nosotros, Hacienda, lo usa como práctica habitual. Y quizás ahora los lectores muestren más interés en ocultar el contenido de sus redes:
La noticia me pilla tarde. Concretamente, ya en 2015 se anunciaba que se iba a crear un Gran Hermano para espiar las redes sociales. Ellos lo llamaron 'Plan Anual de Control Tributario. Según el artículo que enlazo:
A través de programas informáticos espía que recabarán y clasificarán la información de la red a través de un sistema que todavía no han especificado, Hacienda investigará las páginas webs, las redes sociales, los foros o los blogs de quien considere para detectar posibles prácticas fraudulentas. Estos datos se sumarán a los ficheros que el fisco ya posee sobre empresas y particulares.
En el mismo artículo señalan que esto es una práctica anterior a 2015. Esto no afecta solo a España, sino que se da en multitud de países, algunos desde 2004.
Es decir, los métodos habituales de detección de fraude en el cobro de ayudas, o de una modesta declaración de ingresos en tu declaración, se verá contrastada con las fotos en playas paradisíacas, o incluso cosas más prosaícas, como pistas de si convives o no con más personas, lo cual es un impedimento para el cobro de numerosas ayudas sociales. Y me temo que esto, con la mejora de la identificación de imágenes con inteligencia artificial, irá a más. ¿Qué hacen luego con nuestros datos? ¿Cumple la ley de Protección de Datos Personales?
Según mi admirado Teniente Kaffee (profesional de Justicia que trabaja para el Estado, como dice él), si la cuenta de Facebook está abierta, todo esto es legal en un juicio. En cambio, si Hacienda te pide amistad como 'Antonio, el del barrio', y aprovecha tu confianza para cotillear en tu cuenta, la prueba se invalida.
Queda claro que desde hace tiempo, mucho, vivimos en un Gran Hermano. Pero nos vigilan asumiendo la naturaleza humana de la picaresca y la evasión fiscal. No 'nos cuidan'. El Ministerio de Sanidad usando la misma información de las redes sociales, podría detectar ánimos suicidas, enfermedades mentales o algún otro tipo de dolencia.
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