En las últimas semanas he recibido muchas noticias cuanto menos, sorprendentes, sobre Alexa, el asistente de voz inteligente de Amazon. A pesar de que no me guste nada usar la palabra 'inteligente' en electrodomésticos, creo que los asistentes de voz sí que la merecen, por justicia.
Y esto no son buenas noticias para los electrodomésticos, ya que se abre la nueva era en la que habrá que fijar las nuevas reglas de juego. Y me quedo muy sorprendido de las capacidades de los asistentes de voz, así que la regulación que corresponda deberá tener en cuenta cosas insospechadas.
Quizás al agudo lector no sea consciente de la cantidad de posibilidades de estos inventos. Así que en este artículo colgaré unos simples titulares (principalmente sobre Alexa) que a mí sí que me han llamado la atención:
- Alexa grabó la conversación privada de una pareja y se la envió a un contacto aleatorio
- ¿Puede Alexa mentir?
- Alexa, ¿te tengo que pedir ayuda para tomar mis decisiones?
- Deja de hablar con extraños
- Las personas que viven solas hablan continuamente con los asistentes de voz
- Alexa y Google Home tienen la capacidad de predecir cuándo va a terminar tu relación
- ¿Por qué no tener una cita con Alexa?
- Alexa ahora da consejos para las citas
- Cómo Alexa y otros asistentes de voz recompensan a los usuarios psicológicamente
- Qué técnicas psicológicas usan los asistentes de voz contigo
- Pronto los asistentes de voz decidirán por ti en las compras
¿Os dais cuenta de todo lo que ha entrado en casa de golpe? Los asistentes de voz se basan sobre todo en el Procesamiento del Lenguaje Natural, la cual es una de las ideas de mayor impacto de la inteligencia artificial según muchos expertos. La patente de lo que sería el corazón de Alexa se presentó en 2012, y este sistema sigue aprendiendo a partir de las interacciones de los usuarios. El sistema de Google Assistant cada vez reconoce mejor las palabras y Alexa cada vez adquiere más habilidades.
La mayoría de noticias que he enlazado sobre los asistentes de voz no logran quitarse ese manto frío de inquietud y misterio sobre el futuro de esta tecnología. Los humanos no somos culpables de nuestras reacciones psicológicas y humanas hacia estos aparatos, pero las empresas y los organismos públicos sí que son responsables de cómo actúan estos aparatos con nosotros. ¿Os imagináis que Google haya detectado que el número de veces que decimos a través del asistente de voz la palabra 'coche' es indicativo de que unas acciones van a subir? ¿U os imagináis que Amazon venda al gobierno las reacciones de la población cuando por la tele emiten un discurso presidencial polémico? ¿O que midan el estado de ánimo en cada casa y propongan productos de marketing para subirlo? Tal y como insiste la Catedrática en Psicología Cognitiva, Helena Matute, 'Google y Amazon hacen experimentos de psicología con nosotros sin avisarnos de ello'. Lo cual es lo peligroso.
¿Qué clase de correlaciones, de aprendizaje no supervisado, habrán hallado sin ningún tipo de comunicación pública?
0 comentarios:
Publicar un comentario