A estas alturas, ya todo el mundo conoce a la empresa Boston Dynamics y sus vídeos de robots increíbles. No todo el mundo sabe muy bien hacia adónde se dirige esta compañía. Y va camino de convertirse en una empresa que provoca inquietud y risas a partes iguales.
Pero merece la pena recordar que toda gran idea tuvo un origen humilde, y es lo que pretendo recordar con este post de hoy. Corría el año 1980 y el fundador de esta empresa, Marc Raibert, era profesor en las prestigiosa universidad Carnegie Mellon. En ella, fundó el laboratorio Leg Lab, que podríamos traducir como el Laboratorio Pata, en referencia a las investigaciones que realizaban sobre cómo se obtenía el equilibrio con robots de una pata. Un ejemplo de estos orígenes se ve en el siguiente vídeo:
Experimentos así permiten ver lo que cuesta avanzar en desarrollos tecnológicos y que los grandes diseños no salen de la nada. O por lo menos, eso pretende el autor de estas líneas.
Por cierto, siempre me gusta recordar que estamos a años luz de un hipotético Skynet y que estos robots nos apunten con una metralleta conscientemente. Y prueba de ello es que uno de los últimos robots de Boston Dynamics, ese temible robot-perro, tuvo un pequeño incidente en una presentación:
— Dave Lee (@DaveLeeBBC) June 5, 2019
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