Hoy publico la charla que tuve la oportunidad de impartir en el marco del Passion For Knowledge. Este es un encuentro organizado por el DIPC de Donostia, el cual está dirigido por Pedro Miguel Echenique. En este encuentro, acostumbran a traer a Premios Nobel o científicos de contrastado prestigio para que den charlas a público general y a escolares. En esta edición, por ejemplo, acudieron Juan Ignacio Cirac, Jocelyn Bell, Amand Lucas, Rafael Yuste, entre otros.
Y entre tanto talento, este año nos colamos algunos colaboradores de Naukas, y ahí es donde entra el que escribe estas líneas. Concretamente, quise hablar de ergonomía, la cual es una disciplina científica no muy conocida, muy reducida a lo simple por el público general, y cómo es una parte imprescindible de que cualquier adelanto tecnológico tenga éxito y penetre en la sociedad. Es decir, una ciencia nueva o una tecnología no va a tener éxito por sí misma, sino también por cómo se adapte su uso al ser humano. Un ejemplo es el iPhone, donde su mayor valor añadido (sobre todo en su lanzamiento) fueron los gestos de los dedos, que ahora todas las marcas imitan como el pinch-to-zoom, or pinch-to-close. Es tecnología, sí, pero sobre todo es un éxito de la ergonomía: define la manera en la que se usa la tecnología del teléfono (pasar de menú, ver las fotos, apagarlo, etc).
Esto también ocurrió durante la IIGM, y eso es lo que intento defender en la charla que os dejo a continuación (pulsar sobre la foto):
o si lo preferís, aquí en YouTube.
Y a continuación os dejo la presentación en Slideshare:
Estos temas me traen a la memoria mis primeros pasos en el mundo laboral, en el que me tocaba averiguar cómo evitar algunos tipos de accidentes o cómo hacer un coche más seguro solo con paneles de instrumentación. En general siempre me he sentido intrigado de cómo procesa la información el cerebro, o por qué los límites de unos son distintos que los límites de otros.
Me llevó varios meses de investigación preparar la charla, en la que tuve el placer de entrar en contacto con gente que estuvo en los comienzos de la ergonomía, y leí y consulté estos libros para transmitir las ideas con rigor:
Human Factors and Ergonomics in Aviation
Predicting Human Performance
Cockpit: An Illustrated History of World War II Aircraft Interiors
Predicting Human Performance
Cockpit: An Illustrated History of World War II Aircraft Interiors
y un montón de papers científicos.
Además, me enviaron una joya de documento: está citado en la charla, y es el informe de 460 accidentes que realizó Paul Fitts para el gobierno de EEUU, titulado Analysis of Factors Contributing to 460 "Pilot Error" Experiences in Operating Aircraft Controls. Lo podéis descargar de aquí.
Por último, en esta ocasión sí que tuve la oportunidad de conocer a espectadores que se acercaron a comentar la charla. Concretamente, fueron @TxoniMatxain y @xabierjota. La interacción con el público es algo que yo valoro mucho, tal y como cuento aquí. Me agradó mucho la pequeña charla que tuvimos, y Xabier me puso sobre la pista del tanque T-34, el cual es el considerado mejor tanque de la Unión Soviética durante la IIGM. ¿Pero a qué cuento viene con mi charla? He conocido que es imprescindible no hablar de los puntos fuertes de este tanque (blindaje, potencia de fuego y movilidad), sin hablar de los puntos débiles: ergonomía, facilidad de manejo y habitáculo para los soldados. Tal y como dice aquí, los tanques alemanes eran menos potentes, pero capaces de disparar dos veces antes de que lo hiciera el T-34. Esto fue clave en la mayor batalla de tanques de la historia: la batalla de Kursk, contada excepcionalmente aquí. De hecho, los rusos tenían un curioso sistema para elegir operarios para este tanque, y es que cualquier persona pequeña era automáticamente asignados (fuente).
El tanque T-34, las ametralladoras de los primeros aviones, los sistemas de comunicación entre piloto y copiloto, o el curioso sistema de desvío de balas de Roland Garros forman parte de la historia de la ergonomía, y seguro que dará lugar a más entradas en este blog.
Y a quien crea que esto de la ergonomía es una tontería, le recomiendo que eche un vistazo a esta noticia sobre el grave accidente de Spaniar hace unos pocos años.
El tanque T-34, las ametralladoras de los primeros aviones, los sistemas de comunicación entre piloto y copiloto, o el curioso sistema de desvío de balas de Roland Garros forman parte de la historia de la ergonomía, y seguro que dará lugar a más entradas en este blog.
Y a quien crea que esto de la ergonomía es una tontería, le recomiendo que eche un vistazo a esta noticia sobre el grave accidente de Spaniar hace unos pocos años.
ACTUALIZACIÓN (14 nov)
En el libro Breve Historia de la Incompetencia Militar, he leído un párrafo bastante significativo de lo que quise transmitir en la charla:
Ploesti encontró su perdición principalmente a causa de las bombas lanzadas por el bombardero B-24, el Liberator, el más fabricado durante toda la guerra. En 1939 el ejército estadounidense comprendió que un bombardeo a larga distancia desempeñaría un papel clave en cualquier guerra futura y buscó actualizar la fuerza de su bombardero B-17. El Liberator era una máquina con imperfecciones, puesto que le era difícil volar cargado de combustible y los sistemas hidráulicos a menudo se estropeaban. Olía a combustible de avión, hacía un frío glacial en él, no estaba presurizado, aunque volase a altitud media, y no poseía la mínima comodidad, hasta el punto de que su tripulación tenía que orinar en un tubo. Sin embargo, transportaba montones de bombas, volaba largas distancias y destruyó gran parte de Europa. En tiempos de guerra, esto se considera un éxito atronador.
no conocía los vídeos, y me han gustado. Menos mal que vienen a apoyar mi teoría :-). Gracias!
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