Hace ya unas cuantas semanas, intercambié algunas opiniones con la gente de la recomendable web Nergiza sobre el problema de las emisiones de CO2 del sector del transporte y el problema de los combustibles. El motivo era si merece la pena apostar por mejorar la eficiencia de los motores de combustión y seguir pagando la I+D a centros tecnológicos, universidades y empresas que tratan de mejorarlos. ¿Es la mejor opción hacer una rápida transición hacia el motor eléctrico, que tienen mejores rendimientos en carretera que los motores tradicionales? Esta es la entrevista que salió como resultado, junto al también divulgador @migusant.
Mi opinión es que todavía existe recorrido hacia una mayor eficiencia de los motores de combustión. Se están incorporando al mercado distintas tecnologías que están reduciendo tanto las emisiones como el consumo de combustible: stop&start, desactivación de cilindros, neumáticos eficientes, turbocompresor de geometría variable y el downsizing o miniaturización de motores, por mencionar algunos de los que se me vienen a la cabeza.
Por lo tanto, se está investigando. ¿Es bueno? En mi opinión sí. Claro que hay un límite técnico y físico que no se puede superar. Tradicionalmente las máquinas térmicas tienen rendimientos bastante malos. Sin embargo, distintos estudios demuestran que el estilo de conducción puede mejorar mucho el consumo de combustible, y por lo tanto, las emisiones. Uno ejemplo es este artículo científico, o este otro, que calculó para un modelo concreto un ahorro del 33% mejorando el estilo de conducción, sobre todo en regímenes transitorios de conducción.
Hemos de ser conscientes de que los fabricantes de automóviles son uno de los mayores tractores de la industria de los países, de la que dependen miles de personas y centenares de empresas proveedoras o de otro tipo. Por lo tanto, no les hace ni pizca de gracia perder pasta o hacer grandes inversiones de dudosa o larga rentabilidad. Según un estudio de SEAT, se tardaría entre 5 y 9 años amortizar el coche eléctrico en las condiciones que se dan en nuestro país. ¿Creemos que ahora una gran marca se puede permitir esa inversión? Tampoco hay muchas ayudas para los usuarios para adquirir vehículos de este tipo. ¿Eso significa que estamos a merced de los fabricantes, que existe la tecnología y que no les da la gana de sacarla al mercado? Es posible que SÍ sea ya posible fabricar coches eléctricos, pero no es la mejor idea por estas razones económicas que he citado, porque los fabricantes todavía no tienen una gama tan completa como en combustión que se adapte a las distintas necesidades de los clientes y porque todavía no está la infraestructura tan desarrollada como haría falta.
Los distintos gobiernos, gracias a medidas como la normativa de límite de emisiones, obligan a los fabricantes a ser más eficientes en último fin. Actualmente, la directiva vigente hasta 2015 persigue una emisión media de vehículos nuevos de 130g/km, o lo que es lo mismo, unos 5'6l/100km, tanto para diesel como para gasolina. Posteriormente se han marcado distintos hitos más ambiciosos, como el de 2020. Los 130 g/km es la cantidad a partir de la cual se imponen multas a los fabricantes, ya que el objetivo real es 120 g/km, a conseguir mediante otras mejoras tecnológicas y el creciente uso de biocombustibles sostenibles. Ojo, que esto no significa que ningún coche pueda superar esta cantidad de emisiones, sino que la flota nueva media de un fabricante no puede pasar de ese valor. Y todavía habría holgura.
Por supuesto, otra posible vía para hacer que los fabricantes se aprieten el cinturón es a través de las ayudas públicas, las cuales son en esencia un intervencionismo político en las empresas.
España cuenta con uno de los mejores centros de investigación en motores de combustión, y os aseguro que no está falto de trabajo: se trata del CMT en Valencia. Por otro lado, los fabricantes no pueden esperar hasta que el coche eléctrico esté totalmente implantado para empezar a fabricarlo, ya que para entonces será muy tarde, tal y como decía @guillealfonsin al final de esta charla, tal y como ocurrió con las locomotoras: desaparecieron la mayoría de empresas que siguieron apostando por el vapor y no por la electricidad.
Un estudio que me convenció y reafirmó mi opinión de que todavía nos queda para la masificación de vehículos eléctiricos, es un informe de KPMG de comienzos de 2013. La siguiente predicción la encontré en el blog de @tgacebo y muestra las espectativas de The Economist con la penetración de los distintos tipos de vehículos según el tipo de motor.
Interesante investigación.
ResponderEliminarMuy buen blog,
Armando
muchas gracias, Armando! se hace lo que se puede :-)
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